«Profesor,/ quiero ser tu voz que está pidiendo/ que te respeten, que es necesario,/ que ahora los colegios/ ay, son como un calvario». Así comenzaba el pasodoble que la comparsa portuense Medio Siglo, con letra de Antonio Rivas, cantaba en aquella final del año 2010, dedicándola a los docentes y su denostada figura en las últimas décadas. Si a su merma de autoridad y la pérdida de respeto sistematizada, unimos las acusaciones de flojera y falta de compromiso vividas durante la crisis sanitaria, se vislumbra una época aún más intrincada para este colectivo tan trascendente en el recorrido vital de una persona.
Cádiz y su Carnaval, siempre adalides de la libertad y la lucha por las injusticias sociales, ha recogido, a lo largo de su historia, innumerable coplas y tipos que hacen mención al profesorado, la mayoría dedicadas a resaltar la figura del docente y su importancia, aunque también se ha tratado la temática con humor e ironía. En mi memoria de investigador y amante de la fiesta se vislumbran muchos de esos tipos y resuenan algunas coplas, imposibles de abarcar en un texto tan reducido. En un esfuerzo de síntesis, me he empeñado en reseñar algunos de estos tipos y letras en homenaje a esta profesión tan maltratada desde hace varios años.
Comenzando por las agrupaciones que parodian la figura docente en sus tipos, se encuentran ya referencias a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, como la comparsa Maestros de Escuela (1888), el coro Panchos profesores (1903), la comparsa Los profesores ambulantes (1905), la murga Los profesores del siglo XIX (1905), la murga Los maestros de Escuela (1906), el coro Profesores Napolitanos (1907), el coro Profesores de piano (1907), la murga Los profesores musicales (1913), la murga Profesores músicos (1913), la agrupación Los profesores de idiomas (1915), la chirigota Los Profesores Cómicos (1922), la murga Los profesores de la escala de Milán (1922) o la murga Los profesores internacionales (1925). A partir de los años 50 se dispone de más información, con agrupaciones que pueden sonar más al aficionado, como la chirigota gaditana Don Triquitraque y sus discípulos (1951) o el trío El maestro polilla y sus ayudantes (1962).
Mucho más recordada es la chirigota Los Cristobalitos, primer premio en 1970, que representaban un grupo de colegiales con su profesor. Agustín González “Chimenea”, también se acordó del docente en 1977 con su cuarteto Don Anacleto y los tres analfabetos, cuyo estribillo rezaba: “Qué con la teórica y con la retórica, /que nos enseña Don Anacleto…/yo no quiero aprender a leer ni a escribir/camarón tortillón pandereto…/que en España quien vive feliz/¿Quiénes son hijos míos?/Son a veces los analfabetos”. La chirigota portuense Los Catetodráticos, obtenía el primer premio provincial en 1978. Estos profesores “de pueblo” llevaban letra de Francisco Soto, música de Manuel Albaiceta y dirección de Antonio Fuente. Un año después destacaría la chirigota de San Fernando El profesor majareta y los niños probeta, original de José María Ramos Borrero “Requete” y Juan Rivero Torrejón, con la dirección de Manuel Amedey.
En 1983, otro cuarteto volvía a representar una clase de primaria, aunque esta vez intercambiando los papeles masculinos por los femeninos. Nos referimos a la agrupación La señorita Maribel y tres niñas de EGB, que bajo la autoría de Juan Rivero obtenía el primer premio. Su simpática profesora, que representaba al Ministerio de Educación y “Paciencia”. También, en 1983, la chirigota de Antonio Torres Los matemáticos, dejaba otro de los estribillos más coreados del concurso, con música de una canción de Teresa Rabal: “Me pongo de pie…/me vuelvo a sentar…/No me se la tabla,/de multiplicar”.
En 1988 también aparecía un profesor levantando el castigo a los niños y niñas del coro de Puerto Real Coro mixto 2º de E.G.B. En el año 1993, una joven chirigota sorprendía gratamente en el concurso con un disfraz que representaba un grupo de alumnos de Educación Infantil que se iban de viaje escolar con su “seño” Doña Clotilde. Esta chirigota, que venía de cosechar muchos premios en juveniles, tenía la autoría de Mario Rodríguez Parra, y entre sus componentes destacaban, entre otros, José Juan Pastrana o un jovencito Paco “Catalán”. Vamos de excursión fue semifinalista de forma merecida, destacando sus pasodobles, con una preciosa música de corte clásico, y unos simpáticos cuplés. Más alusiones encontramos en la chirigota linense de Ángel López El profesor se mosquea y los niños buscan pelea (1995). En 1996, la chirigota de Chiclana de la Frontera Infantería de Marina, con una de las primeras músicas de Juanma Romero Bey, representaba una escuela infantil con su seño Marina a la cabeza.
Quizás, la agrupación que primero nos viene a la mente cuando pensamos en un profesor en el Falla, es la que surgió en 1996 de la unión de uno de los autores más prolíficos de la fiesta, José Luis Bustelo, con uno de los mejores grupos chirigoteros del carnaval gaditano, el dirigido por Manolo Cornejo. Una Chirigota con clase, primer premio del concurso, supuso un auténtico pelotazo, con letras sencillas y directas, una interpretación genial y el grato descubrimiento del personaje de Don Adolfo, el peculiar profesor de la clase.
En la última década han aparecido algunas agrupaciones que han incluido la figura del docente como Fiesta fin de curso Escuela Infantil La Rana Manca, joven agrupación, liderada por Juan Antonio García “El Ardentía” que, en su papel de maestra, montaba en el COAC de 2010 toda una fiesta escolar de fin de curso sobre el escenario de Falla. La chirigota del barrio de Santa María homenajeaban en 2013, de una manera muy particular, a los maestros de toda la vida, jugando con el doble sentido en el nombre de la agrupación Los auténticos tíos de la tiza. Hace un par de años, recordamos la chirigota de Sevilla Una chirigota sin clase y, también, la aparición en el Falla del «profe» de Educación Física en la peculiar chirigota ecijana Ojú, que penita de patio.
Con respecto a las coplas, se han escrito letras en muchos sentidos, desde críticas a diferentes modelos de profesorado y métodos educativos, hasta la defensa a ultranza que se viene realizando a la figura del profesor por la progresiva pérdida de autoridad de los últimos años.
El año 1989 fue prolífico en letras dedicadas a este agente educativo, debido en gran parte a las intensas movilizaciones que paralizaron en varias ocasiones el curso 1987-88, en las que los sindicatos reclamaban al ministro Maravall, con concentraciones casi a diario, que homologara los sueldos de los docentes al resto de funcionarios. En este sentido, la comparsa Los coristas, original de Rafael Pastrana, reflejaba una dura crítica al profesorado en uno de sus pasodobles: “Ahora ya no hay maestros/que defienda a sus alumnos con “to” sus amores./Ya no quedan maestros/ solo vacaciones, sueldo y señores profesores./Señores, señores profesores,/ahora vais a incorporar/esa nueva asignatura/de enseñar a las criaturas/ cómo hacer la huelga y cómo protestar”.
En la misma línea, la comparsa barbateña de Manolo Varo En el aire, hacía referencia a estas movilizaciones, aunque de una forma más jocosa. En un cuplé dedicado a los cajonazos que se han producido en el concurso, achacaban con doble sentido a la huelga de profesores el que “a los niños de EGB (en referencia al coro de Puerto Real “Coro Mixto 2º de EGB”) los habían echado a la calle”.
Ha habido muchos cambios en la concepción del profesorado a lo largo de los años. Ha pasado de ser la autoridad absoluta e indiscutible, a ir con miedo a la escuela. Esa pérdida de autoridad ha hecho que en los últimos años haya habido una corriente de coplas que salen en defensa de la recuperación del prestigio de la profesión docente. Ejemplos son la comparsa de Pepe Mata La guapa de Cádiz (2007), que empezaba hablando del esfuerzo que supone estudiar la carrera “para conseguir su meta, esa por la que luchó, muchos fueron los esfuerzos, pero por fin era maestro como soñó”. Tras recordar al profesor que le amargó la infancia al son del “cara al sol”, finaliza el pasodoble “pero tanto han cambiado los tiempos que aquel sueño se convirtió en su pesadilla; porque hoy son sus alumnos los que le amargan la vida”. Otra magnífica letra acerca de este mismo tema nos la ofreció la comparsa El desafío en el año 2007, cuyo autor, Luis Rivero, es bien conocedor del tema educativo al pertenecer al gremio de los maestros, y que culpaba a los progenitores de los niños de la falta de respeto hacía la figura de su profesor. Ese mismo año, el coro La Reconquista también le cantaba a este tema.
Muy críticos con los docentes son algunas letras sobre el bullying, en los que se les culpa en gran medida del maltrato que sufren algunos niños en sus clases. Me viene a la memoria la dura letra que Ares dedicó a este tema en Los cobardes (2015).El final del pasodoble de la comparsa Medio Siglo decía: “Vaya mierda de gobierno/que se olvida de los profesores/y que vende como un gran progreso/que a los niños dan ordenadores./Pues yo aprendí con la libreta/y con la ayuda del maestro./Y el cate que algún día me dieran/y que mereciera/hoy lo agradezco…”. Lógicamente, han cambiado los tiempos, los métodos, los recursos, incluso el rol del profesor, que pasa de impartidor a guía, acompañante y mediador, pero debemos seguir apoyando a los docentes y devolverles ese prestigio, autoridad y autonomía, para que el futuro de la humanidad sea más luminoso.