Unos días antes de conocer quiénes serían los finalistas del COAC 2018 en la modalidad de comparsas, ETP reunió a dos de los candidatos con más posibilidades. Dos autores reconocidos por su compromiso y valentía en las letras: Juan Carlos Aragón y Miguel A. García Argüez. Los mafiosos y Los prisioneros. Esta noche, ambas agrupaciones estarán en la gran final y la charla entre ambos autores toma una trascendencia mayor.
En este encuentro, ETP les plantea temáticas que atraviesan lo carnavalesco desde enfoques culturales, sociales, políticos o antropológicos y, ambos con la lucidez y valentía que caracterizan sus letras, dialogan sobre la tradición y lo actual o sobre lo global y lo local.
Es un disfrute leerles y, esta noche, será un disfrute oírles.
ETP: Buenos días, estamos en pleno Concurso y quisiéramos que comenzaran contando qué les está pareciendo…
Juan Carlos Aragón (JCA): Yo el concurso no lo veo. Si oigo mucho me aburro, me canso y me rayo. Llevado a ciertos límites esto es tóxico y si te dejas llevar por la vorágine o el interés excesivamente competitivo de los grupos se convierte en algo que no me gusta porque yo me lo tomo como un festival, como una muestra, y no como un deporte de competición. De hecho el término competición o la palabra pelea, que los usa la propia prensa, son términos que no me gustan pero que están ahí. Y es porque realmente se vive así: como pelea, como competición. Lo que hago, en la medida de lo posible, es alejarme del concurso y centrarme un poco en los últimos matices de mi grupo y ya está.
Miguel Ángel García Argüez (MAGA): Yo sí sigo el concurso. Lo he seguido desde chavalito y, aunque como dice Juan uno esté inmerso en la máxima competición y presión que eso supone, intento desvincularme y escuchar el concurso como aficionado. Yo soy muy fan de las preliminares y en mi casa está puesto el concurso todo el día, la radio está puesta con la repetición, me lo pongo de fondo mientras cocino…
El nivel medio, que cuando se capta es en preliminares, lo veo interesante; en unas modalidades más que en otras. Y en comparsa lo veo interesante porque, en medio del ruido y del barro de preliminares, si le prestas atención siempre aparecen pequeñas joyitas de agrupaciones desconocidas y autores prácticamente anónimos. No como obras globales, porque es difícil hacer una comparsa interesante como obra global -incluso a nosotros nos cuesta construirla sin que haya peros concretos que poner- pero sí que este año he escuchado cuartetas de popurrí o algunas letras de pasodobles que son letras de nivel. Ahí veo que hay cosas interesantes. Y creo que la cantera como metáfora, es decir de donde se extraen los materiales básicos, está en preliminares más que en los niños, con todo el respeto a los niños y la gente que escribe para infantiles.
JCA: “El público actual no es heredero del público tradicional del teatro.”
JCA: Sí, estoy de acuerdo. Cuando yo seguía el concurso, cuando todavía tenía fuerzas y energías suficientes, era, precisamente, en preliminares donde me llevaba las sorpresas más agradables que venían de autores anónimos y de vez en cuando te sorprendían (MAGA: Eso sigue ocurriendo) con una joya, y era muy de agradecer, muchas veces superior a lo que hacían los propios finalistas. Lo que pasa es que este es un concurso de tradiciones, para bien y para mal, y pesan muchos los nombres propios. A lo mejor no se valora igual lo que traiga un anónimo como se sobrevalora lo que trae un peso pesado.
ETP: Eso cambia a partir de cuartos…
MAGA: Sí que es cierto que a partir de cuartos la competición empieza a tomar el protagonismo más absoluto. La competición hace muchísimo daño a la creatividad y cuanto más asciendes en el escalafón más evidente es que la competición empieza a darle sentido a todo. Y eso es totalmente contraproducente para la creatividad.
JCA: Las preliminares, aunque no puntúen como este año, o no lo hagan de forma determinante, a nivel de sensaciones, de emociones, a nivel psicológico son la primera toma de contacto con el público, con el jurado, con el run run general y eso es muy importante.
MAGA: Un pinchazo gordo en preliminares le cuesta luego a una agrupación remontar, salvo excepciones.
MAGA: “Los resortes que mueven al público son mucho más emocionales que intelectuales.”
ETP: Tiene peso la reacción del público…
MAGA: Yo creo que el público del teatro es lo primero…
JCA: En preliminares, los autores y grupos consagrados juegan en casa, entonces si a tu público no le convence es difícil que le convenza al resto. El público manda. Luego el público es más heterogéneo, porque el público del teatro compra entradas sin saber exactamente quién va a actuar en esa función, es más diverso, más disperso, y es más difícil utilizarlo como termómetro real de lo que está pasando. Pero bueno, si te metes en determinados ambientes, en el run run de la ciudad, en las redes… (MAGA: Las redes cada vez tienen más protagonismo). Pero no tus redes, sino las redes en general, que hay gente que sólo lee o asiste a una parte muy concreta de las redes que les son afines.
MAGA: La percepción, y ahí Juan Carlos tiene más experiencia que yo porque él ha estado físicamente en el escenario muchas veces esos veinte minutos que son la clave de todo, todo lo que hacemos es para esos veinte minutos que está en escena el grupo. Juan, que sí ha estado, lo puede confirmar mejor: hay una cuestión energética clara y desde que estás en el escenario sabes si ya aquello ha funcionado o no (JCA: Sí. Hay unas vibraciones). No tiene que ver ni con la longitud de los aplausos ni, por supuesto, con que te griten “campeones”. Tú sabes cuándo está ocurriendo, por lo que me han contado -porque yo no le vivido- estás a mitad del repertorio y ya sabes si aquello está funcionando o no. Es un misterio. Algo energético, extraño. Una conexión mágica.
MAGA: “En los repertorios cada vez prima más lo andaluz, Andalucía como referente identitario, más que Cádiz.”
ETP: Y eso con la singularidad del público del Falla…
JCA: El público actual del teatro es un público nuevo y no es heredero del público tradicional del teatro. Viene con otros paradigmas como público que son el formato televisivo, más bien. Entonces, a partir de estos últimos años el público, que antes era un termómetro muy fiable, ya no lo es tanto, para bien o para mal. Antes el público cuando se ponía en pie ya tenías seguro un puesto en la final (MAGA: Sin duda) y un premio alto porque era un público muy exigente. Hoy, el público se puede poner en pie con cualquiera, en cualquier momento, depende de cómo le coja el cuerpo, o a lo mejor estás haciendo algo realmente bien hecho, técnicamente de libro, y el público está cansado o poco receptivo o frío y tienes que seguir.
JCA: “Si alguien piensa que el carnaval debe ser una ramificación más de la educación transversal en valores que cambie de camello.”
MAGA: Ese matiz me parece importantísimo. La baja exigencia que el público tiene a la hora de recibir las coplas. Como ha dicho Juan, que antes alguien pusiera en pie el patio de butacas era señal de que estaba ante una comparsa grande -hablo de comparsa porque es la modalidad con la que trabajamos, pero también lo he visto con chirigotas-. Otra cosa que también he notado, clarísimamente, es la temática. Yo no sé cuál será tu experiencia Juan pero, y no es que yo defienda que en Falla tenga que tener temática local prioritariamente -que cada uno escriba al tema que quiera, por supuesto- pero sí es cierto que siempre ha existido una gran tradición de temáticas locales que han funcionado muy bien con un público que era local, y ahora de repente eso cambia. El ejemplo que pongo siempre: yo recuerdo haber visto carcajadas enormes, unánimes, del teatro con un cuplé de la ensaladilla de Las Palomas. Hoy en día eso sería absolutamente impensable. Es que a nadie se le ocurriría llevar un chiste sobre la ensaladilla de Las Palomas ante un teatro en el que el noventa y nueve por ciento no sabe qué es ni qué significa en el acervo identitario de la cotidianeidad de Cádiz. Y eso, que no digo si es bueno o malo, simplemente lo analizo, es una cosa que a mí personalmente como autor me coarta si me apetece escribir sobre un tema determinado. El año pasado hice un pasodoble en el que atacaba simbólicamente a esa figura que es el Juan Sebastián Elcano en la mitología gaditana y la cuestionaba, y yo estaba súper orgulloso de eso, y creo que el teatro no llegó a entender lo que decía ese pasodoble.
JCA: Tenemos que admitir, aunque nos cueste como gaditanos, que el concurso está globalizado, como todo. Entonces, lo particular ya no interesa tanto como lo general.
MAGA: Eso es. Cada vez prima más lo andaluz, Andalucía como referente identitario más que Cádiz. Pero, es que yo no lo tengo claro ¿Eso es bueno o es malo? ¿O es simplemente una cosa que ocurre y que hay que aceptar?
JCA: Hay de todo. Es que hay gente dentro del carnaval que reduce el universo, incluso para los que El río Saja es ya otro continente, y hay quienes tenemos una visión más amplia de Cádiz como parte del mundo. Hay autores a los que nos interesa el resto del mundo y Cádiz como parte de él y autores que le interesa Cádiz como único lugar del mundo.
MAGA: Matiza un poco esa dicotomía porque en realidad, yo que he sido seguidor de tu obra, ha habido obras maestras tuyas, vamos a hablar de chirigotas, donde había una reivindicación, no chovinista pero sí de orgullo, de la forma de ser de Cádiz, sin caer en tópicos. Hablo por ejemplo de Los tintos de verano. A mí Los tintos de verano me parece una chirigota de lo más gaditana (JCA: Y a mí), de los repertorios más de Cádiz, que reflejan la realidad gaditana, sobre todo además de cierta juventud y cierto canalleo, cierta manera de entender Cádiz, con muchas referencias a cosas concretas de Cádiz que era una verdadera obra maestra, más allá de Cádiz, también hacia lo universal porque reflejaba otras cosas, pero eso hoy en día sería complicado…
JCA: Claro. Porque luego además ocurre un fenómeno que es que tú empiezas aquí por afición y entonces, pues claro, para el carnaval no ves más allá de Cádiz. Y luego vienen las actuaciones fuera de Cádiz y entonces ya no disfrutas tanto porque, debido al éxito en el concurso, te llaman para actuar fuera de Cádiz y ves que el repertorio no cae igual porque la gente no lo entiende. Por tanto, no tiene mucho sentido cantar un repertorio a un público con el que no puedes compartir. Entonces, sin darte cuenta –al menos en mi caso fue así-, sin darme cuenta lo gaditano ocupa un porcentaje menor en el repertorio y vas abriendo el resto más para poder compartirlo porque sabes que luego te queda un año entero, por fortuna, actuando fuera de tu ciudad y es muy ingrato que no puedas compartirlo.
MAGA: Pero fíjate. Más allá de esto que dices, que es muy interesante, sobre la trascendencia que tienes después del concurso que dices: “bueno es que voy a estar cantando aquí, aquí y allí”, más allá de eso, que afecta principalmente a un grupito concreto de agrupaciones, las comerciales, pienso por ejemplo en los Yesterday, una chirigota histórica pero que era muy gaditana también, era súper gaditana…Only you, Mejías. Hoy en día un repertorio como el de Los tintos o el de los Yesterday, no ya por su trascendencia después del carnaval sino en el propio concurso, el público de hoy perdería muchas claves para ver la maldad y el ángel que hay en esos repertorios.
JCA: Yo tengo mis serias dudas. Cuando me proponen “tú por qué no vuelves y haces una chirigota de ese tipo…” digo que volvería encantado porque fueron los años que más disfruté, porque además salía cantando también y el calor del público lo notaba mucho más cerca. Era mucho más bonito, más cálido, más humano. Pero yo no sé si, ahora mismo, una chirigota en esos términos que dices podría triunfar o pasar perfectamente desapercibida con el público que hay ahora.
MAGA: Con el público de hoy, y no me voy a Los tintos que son más antiguos, ¿qué pasaría con un repertorio como el de los Yesterday?
JCA: Nos quejamos de que el público no tiene criterio, pero es que hasta cierto punto no tiene por qué tenerlo. El público se sienta a escuchar y tú puedes defender una verdad con unos argumentos muy poderosos, convincentes, y el público reacciona. Y después llega otro y presenta la verdad contraria, con unos argumentos igualmente poderosos y convincentes, y reacciona también. Esto era la sofistica griega, que tampoco estamos descubriendo aquí nada.
MAGA: Y no olvidemos una cosa que es importantísima: los resortes que mueven al público son mucho más emocionales que intelectuales.
JCA: Por supuesto. Ni ideológicos. Hay gente que tiene una ideología completamente contraria a lo que le vas a cantar y se lo cantas de aquella manera y se emociona.
MAGA: “Si alguien quiere prohibir una copla de carnaval me tendrá siempre al lado del carnavalero.”
MAGA: Esto es lo que acerca mucho al concurso y al público a un arte popular, en el sentido en el que no estás haciendo una exposición, un argumentario ideológico, sino que lo que estás es llegando con una obra artística a la emoción, lo ideológico es secundario. A mí como público me ha pasado, he oído pasodobles que ideológicamente no comparto pero cuando lo han cantado, sobre todo en el teatro- que es donde está lo performático, lo energético – dices “Picha, que pedazo de letra ha hecho Joaquín Quiñones”, por poner un ejemplo, que a lo mejor a mí ni me interesa como escribe estéticamente ni lo comparto ideológicamente pero en ese momento en el trío han hecho pim y a mí me ha dado un pellizcazo. Eso no podemos perderlo de vista. El público lo que quiere básicamente es emoción. Hay una minoría de público que exige, además cada vez más, una pulcritud y una coherencia ideológica en los repertorios que dices: “Tampoco me agobies, que esto no es un ensayo ni me he presentado al Premio Anagrama”.
JCA: En mi artículo ayer en El desmarque lo decía y me quejaba de esto. El carnaval no es una religión ni una doctrina ética. Si alguien piensa que el carnaval debe ser una ramificación más de la educación transversal en valores que cambie de camello, porque me parece que se ha equivocado de fiesta.
MAGA: Efectivamente. Sin negar la dimensión social y pedagógica que tiene el carnaval, sobre todo porque llega a mucha juventud, pero esto es una fiesta de arte, de escribir y de cantar.
JCA: “Frente a los que se ofenden lo mejor es decir: No queréis coles, pues el plato lleno.”
ETP: Cómo analizan las polémicas de este año sobre los límites del humor y las ofensas…
JCA: En un principio hay dos actitudes: contagiarse y seguirle el rollo a los neopuritanos que están saliendo y que se la cogen con un papel de fumar, o reírte de ellos, que creo que es lo mejor y decir “No queréis coles, pues el plato lleno”. Yo creo que lo mejor es la segunda opción. Claro, eso sería para que lo hiciéramos, si no todos, por lo menos los más representativos, pero luego también están los grupos que quieren concursar y que tienen pánico a un incendio en las redes sociales o a una eliminación del concurso por una incorrección de forma o de fondo.
MAGA: De nuevo el público y las redes coartando la libertad. Yo en concreto estoy este año especialmente sorprendido y reconozco que, para mí, hay un antes y un después de este año en la forma de entender los compromisos éticos de la coplas. Como creador, siempre he intentado estar muy alerta con algunas expresiones machistas, racistas…y estoy muy alerta porque entiendo la dimensión de esto y tengo cierta conciencia. Pero cuando veo que se empieza a mirar con lupa y a decir cosas que son banalidades y que se convierten en dardos acusatorios contra quien hace los repertorios, piensas: “Hasta aquí llegué”
JCA: Hay que mirar también la intención y cuando ésta no es ofender a lo mejor la expresión no es la más afortunada, el chiste no es el más afortunado, a lo mejor ha habido un poco de irresponsabilidad a la hora de tratar tal o cual tema, de acuerdo, pero no ha habido mala intención. Hay mucha más mala intención en quien la denuncia que en quien la hace y eso es lo que a mi realmente me jode. Yo no comparto ciertos humores o principios que se defienden pero no se me ocurre condenarlos en ningún momento.
MAGA: Esa es la cosa. Efectivamente, la escena de la chirigota de la que surge todo en la que se simula la guillotina a Puigdemont no me parece especialmente graciosa y no me voy a reír de eso. Y a la gente a la que haga gracia puedo tratar en algún momento de una manera respetuosa de hacer pedagogía para ver que por ahí no…o algunas cosas que dice la chirigota del Bizcocho en su popurrí es un humor que me resulta incómodo por el tema, pero jamás se me ocurriría ni llamarlo racista, ni llamar fascista a Alvarito, el chico que escribió la chirigota de Puigdemont de Chiclana, ni mucho menos prohibirlo o intentar reprimirlo judicialmente. Si alguien hace eso contra una copla de carnaval me tendrá al lado del carnavalero, aunque a mí personalmente no me haga gracia lo que ha dicho o hecho.
JCA: Pienso exactamente igual. Porque si no, estamos dando un paso de cuarenta años hacia atrás.
MAGA: Vamos a defender la libertad de esto. Ahora nos tendremos que poner de acuerdo en cómo usamos esta libertad y aprender unos de otros a que sea lo más constructiva posible y lo menos dañina. Pero lo primero es la libertad y en ese sentido hay que ponerse del lado de la gente.
JCA: Hay mucha autocensura.
MAGA: Pero no sólo la autocensura que hacemos nosotros, que hay gente que está encarcelada por poner un tuit o por cantar rap. Que hablamos de la autocensura en el carnaval pero esto es peccata minuta comparado con otras cosas que vivimos en estos tiempos de fascismo…
JCA: Yo con el permiso de mi grupo me la juego. Y el día que no tenga el permiso o la sintonía con mi grupo no escribiré, no hago carnaval. El carnaval solamente lo entiendo como transgresión. Si no hay transgresión para mí no hay carnaval y para hacer un carnaval sin transgresión me pongo a componer cositas como Silvio Rodríguez, que es lo que me gusta, y a cantar por ahí otras cosas. Si es carnaval es carnaval y si no hay transgresión no es carnaval.
MAGA: Estoy contigo. Ahora mismo, lo único que me podría retirar de la competición es sentir eso, que esto esté llegando a un nivel que, por el motivo que sea, ya sea falta de valentía del grupo o presión directamente sobre o uno y sobre su forma de componer, no escriba lo que desee escribir. El día que sienta eso será para mí el año de paro biológico.
JCA: El otro día me llevé una de las mayores alegrías de los últimos años con mi grupo en el ensayo. Porque, hablando de cómo situar las letras que nos quedan en el resto posible del concurso que nos queda, tenemos algunas letras fuertes y muy comprometidas, que no canta cualquiera, y les escuché decir: “Esto es lo que yo quería cantar cuando entré en este grupo. Cosas fuertes como cantaba en las Noches de Bohemia, Los príncipes…-Si pero nos quedamos fuera- Sí, pero se cantaba a la policía, a la prensa… ”. Y me sentí orgullosísimo de mi grupo en ese sentido. Les di un abrazo metafórico y me fui súper contento y dije: “Está son la gente que yo quiero”. Tu grupo se tiene que identificar contigo. Muchas veces se cantan cosas tragando saliva y dices: “No veas lo que estamos diciendo y estamos metiendo el dedo en la llaga y rebañando, eh. “ Hay que tragar saliva pero que no tiemble el pulso y vas con eso y vas convencido, eso es lo que me gusta de mi grupo. Yo tengo una marca, tengo un nombre en carnaval, y ese nombre se lo debo a los que cantaron conmigo tragando saliva y sabiendo que los que cantaban se la estaban jugando y tiraban para adelante. Para mí eran héroes, porque yo lo escribía pero los que estaban cara al público cantando eso eran ellos y a ellos se lo debo, por supuesto.
JCA: “Soy partidario de la sencillez como vehículo para llegar de primeras al público.”
ETP: Hablemos del papel de la mujer en el concurso y en el carnaval…
JCA: Yo lo tengo muy claro siempre y he atacado en varias ocasiones a las Ninfas, no a las chicas sino a la institución, hasta que finalmente se quitó, porque me parecía humillante tener a la mujer de adorno ahí. Creo que tienen que tener un papel mucho más activo. Celebro que se vayan incorporando. Lo que todavía no puedo celebrar es cómo se está incorporando. Lo pedí hace dos años en un pasodoble de La guayabera en el que pedía la supresión de la institución de las Ninfas pero pedía a su vez que ellas cogieran la guitarra, el bombo, que se inscribieran… Las comparsas femeninas deben ser femeninas, para que el relato sea creíble las mujeres tienen que escribir y tienen que tocar los instrumentos. Hay muchas mujeres artistas en todos los géneros que son demandadas, que son reclamadas y en el mundo del arte no ha supuesto un obstáculo, en el mundo del carnaval el único obstáculo que tienen que salvar es precisamente ese, que decidan tomar las riendas de manera absoluta no poner a diez cantantes (MAGA: Cantando letras de hombres, humor de hombres) cantando letras de hombre, sentimientos de hombre, con orquesta de hombre…No. Tienen que ser ellas las que lo hagan todo.
MAGA: Bueno, como paso de transición…
JCA: La transición desde mi punto de vista se está alargando.
MAGA: Sí, se está alargando. Estoy totalmente de acuerdo con el análisis. Además he visto como este proceso se ha producido en la calle, me refiero a las ilegales. Ahí sí que se ha producido de manera rapidísima la incorporación, el empoderamiento de las mujeres, en la forma de entender las letras.
JCA: El relato de las chirigotas de mujeres de la calle es muchísimo más creíble y ha triunfado muchísimo más. Además, en Cádiz las mujeres tienen mucho arte y cantan muy bien. Como dice Miguel Ángel, en la calle es otra cosa porque es que, además, a los concursistas se nos está olvidando un poco que el concurso está empezando a dejar de representar el carnaval de Cádiz para muchos aficionados. El público del concurso de los noventa, que probablemente fuera la época dorada, ya no está en el Falla, ese público está en la calle. Hay mucha gente que viene de fuera, selecta, en el sentido de interesada por lo nuestro como tesoro antropológico y cultural, que ya el concurso no le dice nada y va directamente a la calle. De eso deberíamos tomar nota porque esa realidad también está ahí y, como sigamos así, al concurso de carnaval se le va a quedar el nombre, como al flamenco.
ETP: ¿Escribirían para una agrupación femenina?
MAGA: Lo haría si una amiga me lo pidiera y me viera en el compromiso (JCA: Compromiso). Claro, no porque sean mujeres sino porque creo que quienes tienen que hacerlo son ellas. Yo preferiría, lo poquito que yo pueda saber como persona experimentada, enseñarlo para que ellas lo hagan por sí mismas a hacerlo yo.
JCA: Eso es como hacerle la tarea del colegio tu hijo.
ETP: Hablemos de la evolución de comparsa…
JCA: El principal problema es que son muchos grupos todos los años y todas las ideas están presentadas, representadas, desde una óptica, algunas quemadas ya, y es muy difícil renovar sobre la tradición. Y es muy difícil porque todo está tocado. Yo soy partidario de la sencillez, no de la simplicidad, de la sencillez como vehículo para llegar de primeras al público y luego ya el contenido lo puedes plantear de otra forma. Cuando se abran las cortinas la gente tiene que saber el sentido de la obra, y si no está claro al final de la presentación lo tienen que tener claro y que no haya que explicar más. Hay dos corrientes, dos posturas respecto al entendimiento, entre comillas, de las obras de arte en general: el contextualismo y aislacionismo. Hay quien defiende que para intentar sacarle jugo a una obra hay que entender todo el contexto en el que se sitúa y quienes defienden que no, que la emoción debe llegar directa sin que el espectador, o el público, tenga que saber absolutamente nada de lo que rodea a la obra en sí. Y yo soy más partidario de lo segundo.
MAGA: “Me preocuparía que dentro de diez años la gente tuviera que explicar su obra y sus tipos a posteriori.”
MAGA: Todo este debate se abre tras el regreso de Antonio a la modalidad. Después de los trece años de parada regresa a la modalidad con una propuesta en la que trata de desmarcarse de todo lo que ha hecho él y todo lo que estamos haciendo los demás. Es evidente que esa es su apuesta desde su regreso. Aún es muy pronto para saber si esto se va a quedar en una extravagancia, “obra de autor”, o esto realmente va a acabar afectando a la evolución estética de las coplas, no a corto plazo, porque a corto plazo hay mucha gente haciendo cosas muy diversas y la olla está bullendo, pero habría que ver si quedan restos de estas cosas en las comparsas de dentro de diez años. Personalmente, me apetecería mucho que dentro de diez años las comparsas sonaran a Antonio en la riqueza musical y de montaje de su popurrí, no me gustaría que sonaran con el desgarbo con el que suena la música de sus pasodobles. Y también preferiría un poquito menos de postureo intelectual y más emoción. Eso sí que me preocuparía, que dentro de diez años la gente tuviera que explicar su obra y sus tipos a posteriori. Todo esto dicho desde la admiración a Antonio, que yo muero con él.
JCA: Comparto plenamente tu opinión. Nada más que añadir.
MAGA: Él tiene libertad creativa para hacer lo que quiera. Yo, como aficionado, me puedo preocupar por si esa forma tuviera éxito y cómo va a influenciar en la forma de recibir las comparsas dentro de diez años.
JCA: A mí me gustan las extravagancias, punto. Extravagantes. Me encantan, pero eso no va a triunfar porque no es creíble, lo creíble es mucho más espontáneo.
JCA: “Creo que es un gran error que alguien plantee su comparsa con vistas comerciales.”
ETP: Profesionalización versus amateurismo. ¿Cómo lo ven?
JCA: Es algo que está mal entendido. Cuando se habla de profesionalización, yo que llevo muchos años en esto, te digo que hoy por hoy es imposible. Ojalá fuera posible y esto le diera de comer con carácter indefinido a un montón de gente que lo necesita porque no tiene otra cosa. Podemos hablar de semiprofesionalización, pero solamente desde el punto de vista de la gestión económica que resulta como consecuencia de la obra que tu presentas y de lo que le haya gustado al público y hasta ahí. Plantear tu comparsa con vistas comerciales, si alguien lo hace, creo que es un gran error porque es cuando menos dinero se gana. Nadie tiene la fórmula de lo comercial, cuando alguien te compra algo, por lo menos en este género, es porque le ha llegado al corazón (MAGA: La emoción de que hablábamos antes). Esto es un concurso muy pasional. Es muy de emociones, muy de pasiones, de sensaciones. Cuando se produce ese tipo de comunicación, nada premeditada y absolutamente espontánea, entonces es cuando se triunfa comercialmente, pero se triunfa comercialmente ese año lo cual no te garantiza nada para el siguiente. Hay gente que tiene un problema y es que le da mucho coraje que haya paisanos que consigan un sobresueldo, un tapaporos, los años que las cosas les va bien y ellos también lo quieren y eso no lo eliges tú, eso lo elige el público. Tú lo que tienes que hacer es una obra que te guste a ti, que tu grupo disfrute haciéndola y que luego a la gente le guste. La gente es la que manda, la que escoge, la que compra, la que premia, la que sube y la que baje.
MAGA: El tema de la profesionalización lo entiendo justo como lo ha explicado Juan. A mí me parece interesantísima y además creo que está ahora mismo en un proceso de expansión muy particular con estos carteles que se cierran antes de que se haya conocido la agrupación, ya hay carteles y gente comprando entradas… No sé si esto es una burbuja que va a explotar o realmente es un proceso de comercialización a otra escala. Me parece de categoría por todo. Primero, por la propia proyección del carnaval como género artístico y segundo como posibilidad, si no de profesionalización, sí de semiprofesionalización de los autores y de los componentes que están ahí trabajando con su arte, cantando, escribiendo…eso no hay ninguna duda. Ahora bien, identificar el concurso como fenómeno social y cultural con eso, que nada más que afecta a una pequeñísima élite es un error. La gente dice: “El concurso está ya todo vendido, la gente nada más que hace las cosas por dinero” pero eso es un tópico cuñadista enorme.
JCA: Además es falso. La cantidad de agrupaciones en el concurso durante muchas fases que al verlas dices “Esto es afición”. Porque esto tiene un trabajo enorme y saben que no va a generar nada, te cuesta dinero. Pasan una vez o dos por el teatro. Y ya está.
MAGA: Eso es lo que no puede ser ensombrecido por la dimensión profesionalizante o comercial de las coplas de carnaval. Porque a fin de cuentas ¿qué porcentaje de agrupaciones que cantan en el Falla – que van preparadas, que ensayan, que se lo curran, que es un hecho creativo colectivo de primera magnitud, con más talento o menos, el trabajo y el respeto- va luego a comercializar su coplas? Un porcentaje ínfimo.
JCA: “EL carnaval de la calle es que es más fiel al sentido fundacional del carnaval.”
ETP: ¿Cómo entienden el carnaval callejero?
MAGA: Por resumir un poco creo que se puede identificar más claramente lo popular con el concurso. La calle, me refiero a las ilegales, es una cosa mucho más elitista. Cuando digo elitista no es porque haya una vocación selectiva sino porque responde a un patrón socioeconómico mucho más determinado: el público y la gente son universitarios, mayoritariamente, con una posición sociocultural marcada, con mucho funcionario, mucho maestro…y un sesgo de edad clarísimo, es muy difícil ver en la calle a gente menor de treinta años, veinticinco si quieres. Mientras que el teatro es una cosa de testosterona obrera, juvenil. El perfil socioeconómico del comparsista es de clase trabajadora, igual que el del público. Entonces ese tópico de que el concurso es una cosa elitista y la calle es popular, y yo conozco bien ambos mundos, creo que es al revés. Esto es un análisis, no es una valoración de qué es mejor o peor. A mí me encantan las dos cosas.
JCA: Efectivamente Estoy de acuerdo con ese análisis en el que yo además no había caído nunca. Lo único que ocurre es que yo sí digo en favor del carnaval de la calle es que es más fiel al sentido fundacional del carnaval, más que el concurso que se ha convertido en competición y a mí la palabra competición me tira para atrás. Porque el carnaval es transgresión y hay mucha más transgresión y mucho más espíritu transgresor en la calle que en el concurso, donde veo cada vez más una corrección y un interés ulterior en premios. El carnaval tiene que ser un fin, no un medio. En el momento en el que se concibe como un medio para ganar un premio o ganar dinero ya empieza a perder pureza. Y en ese sentido el carnaval de la calle lo veo mucho más puro.
MAGA: Claro, una cosa que habría que ver es el concepto transgresión, de qué hablamos exactamente cuando hablamos de transgresión. En la calle vas a encontrar un humor de una finura intelectual mucho más cortante, con su puntito canalla, claro. Ese es el punto, gente con cierta formación que juega a ir más un poco más allá. Seguramente esos “canallas” que ves en el carnaval en la calle, donde me incluyo, durante la madrugada en entorno tóxicos y gamberros luego termina el carnaval y están paseando sus chiquillos y van a misa, para entendernos. Lo que quería plantear es que a veces escucho bastinazos en el teatro, de humor grueso, que en la calle la gente ni lo canta ni el público estaría dispuesto a aceptar. Y si esa sátira burda no es transgresión es pues…
JCA: No. La transgresión es la transgresión. Después las formas pueden ser más refinadas o más ordinarias.
MAGA: “Hay gente que piensa que el Falla y la calle son como dos categorías del mismo deporte, pero son dos deportes distintos, son baloncesto y fútbol.”
MAGA: En la calle es mucho más refinada. Y además estoy seguro de que esos grandes cupletazo que escuchamos en la calle los llevamos al concurso y no funcionan.
JCA: No funcionan porque ha habido ya experimentos. Ha habido agrupaciones que en la calle han triunfado, los han picado, han ido al concurso (MAGA: El caso de los Astronautas) y se han llevado un palo en el coco de categoría. Y ya se han quedado sin el concurso y sin la calle, se ha disuelto la chirigota.
MAGA: Hay gente que piensa que el Falla y la calle son como dos categorías del mismo deporte, pero son dos deportes distintos, son baloncesto y fútbol. Cada público quiere una cosa, el tipo de humor, el tipo de crítica…en la calle no escuchas ningún bastinazo político, ningún cuñadismo del tipo defender la bandera española o atacar a los catalanes, en la calle no vas a escuchar nada a favor del espíritu del 155 y en el teatro sí se han escuchado. En la calle eso es impensable. Hay una progresía mucho más empoderada en la calle, no hay letras de derechas y el concurso sin embargo está lleno (JCA: Pero hasta arriba). Sí, el concurso está lleno de cuñadismo, más que letras fachas letras de cuñados, y en la calle no. Eso tiene que ver con el nivel intelectual, no es que se sea más listo o más tonto, sino que es el nivel de formación de la calle frente al teatro.
JCA: “El proceso creativo por lo general es inconsciente y cuando te das cuenta estás dentro de él.”
JCA: Y con la sensibilidad política. La gente que no tiene sensibilidad política como no se dé cuenta se pone a la derecha. Y no se dan cuenta, pero están en la derecha. Es por falta de sensibilidad política porque tú luego a uno de eso lo coges y le dices. “que facha eres, ¿no?” y responde “¿Facha yo?”. No te has dado cuenta pero tú estás siendo un pedazo de facha. Los únicos fachas no son Martín y Quiñones, aquí hay un montón de fachas más.
ETP: ¿Cómo se enfrentan a la idea de la creación de cada obra?
JCA: Yo tengo un complejo de director de cine frustrado y procuro inventarme películas, dentro de los límites que tiene una comparsa. Procuro crearlo todo con sentido desde el principio hasta el final. Es una cuestión muy espontánea, la pregunta del millón es ¿cómo se te ha ocurrido esto? ¿Cómo se te ha ocurrido esta letra? ¿Cómo has hecho esto? No lo sé, porque el proceso creativo por lo general es inconsciente y cuando te das cuenta estás dentro de él. Es una cosa a la que no puedo responder, desde dentro de mí no puedo responder.
MAGA: Lo primero es tener claro el tipo, no referido al disfraz, sino quién es el personaje, qué tiene que decir y con qué voz va a hablar. Una idea que pueda parecer muy chula visualmente pero a la que tú no le veas contenido en lo que tiene que decir para mí no tiene repertorio. De hecho, para mí las partes más agradecidas de escribir y en las que uno se siente más libre, no sé si tú estarás de acuerdo Juan, son presentación y popurrí.
JCA: Claro, porque son las que definen el tipo.
MAGA: “Cuando me siento constreñido por la idea, por el tipo, es cuando me siento más libre.”
MAGA: Los pasodobles también son un gusto escribirlos, pero los escribes con otras claves, ya el personaje es secundario. Evidentemente no puede contradecirse, pero se hace con otras miras que tienen más que ver con la competición, porque los pasodobles los escribe uno queriendo decir cosas que tengan ese impacto emocional, pero puedes desvincularlos de la idea. Curiosamente cuando yo me siento constreñido por la idea, por el tipo, es cuando me siento más libre. Si el tipo es bueno, claro. Hasta ahora, los dos últimos años, he tenido la suerte de estar manejando tipos como el de Los equilibristas, por ejemplo, que te permite un montón de metáforas y este del pajarito encerrado en la jaula que te permite también un montón de reflexiones, uno sobre el concepto del equilibrio otro sobre el concepto de libertad. Como ha hecho Tino este año con lo del tiempo. Ha cogido y se ha basado en el tiempo y ha tirado del hilo para contar todas las cosas que quiere contar. Cuando te encuentras con un tipo que es un hallazgo la cosa va saliendo sola.
JCA: Yo procuro buscar siempre egos inalcanzados o inalcanzables, cosas que quise ser y nunca fui, como por ejemplo Los mafiosos. Siempre me hubiera gustado ser un mafioso, pero nunca he tenido estomago para serlo, pero un mafioso bueno.
ETP: Hablemos sobre la relación con la agrupación y si ésta tiene influencia en el resultado final…
JCA: Sí, claro, porque a mí, por ejemplo, me gusta quitarle hierro a la comparsa, en el sentido de tanta solemnidad, tanta seriedad. Me gusta alegrarla más, hacerla más desenfadada, con un punto humorístico, y necesitas que el grupo lo vea. Porque como el grupo no se deje convencer, no lo vea y no se encuentre cómodo con tu idea el grupo no la va a desarrollar bien, no la va a interpretar bien, y entonces va a fracasar seguro. Es muy importante la complicidad y la sintonía.
MAGA: Totalmente de acuerdo. A pesar de que los autores a veces sintamos que tenemos un peso muy importante esto no deja de ser un trabajo en equipo. No puedes obligar a nadie a que cante algo en lo que no cree, primero porque no es justo y segundo porque no va a dar resultado. La gente no se lo va a creer. Hablamos de la importancia de la comunicación pasional y emocional que hemos hablado antes en el teatro, si los que cantan no son los primeros que están emocionados con lo que están cantando aquello no va a funcionar. Ahora, tampoco se puede permitir la dictadura del grupo, hay que jugar en ese equilibrio de negociación.
JCA: Totalmente de acuerdo, con los grupos hay que negociar.
JCA: “Una de las mayores carencias de nuestra sociedad es la desmotivación política y social que existe.”
ETP: Las letras tienen gran impacto en el imaginario colectivo de la gente ¿son conscientes de ello?
MAGA: Claro, sé el impacto emocional, político y sociológico que las letras tienen en el público porque he sido público. Yo he sentido eso. La irrupción de Juan Carlos en chirigotas, primero con Un peaso de coro, después con Los tintos, Los guiris y lo que vino detrás, para mí como público supuso un recuestionamiento de cuál es la finalidad de las coplas de carnaval. Eso es una cosa Juan que no te he dicho nunca, tenía muchas ganas de decírtela y te estaré agradecido un montón de veces. Tratar ciertos temas, incluir ese canalleo, el compromiso político a la vez que la ironía, eso quieras o no tiene una dimensión pedagógica espectacular, sobre todo, además, con la gente más joven, pero no sólo con ellos. Esa dimensión de la copla, y ahora sobre todo que está llegando a un nivel de transcendencia mediática que no tenía antes, no puedes ni debes olvidarla pero tampoco puede convertirse, efectivamente, en el motor de tu creación. Pero sí que tiene importancia, y yo la tengo presente en todo momento.
JCA: Yo la tengo presente porque la tengo presente dentro de mí, pero para eso primero tienes que ser una persona con pensamiento político propio, con compromiso político propio – que no implica a nivel de partido o instituciones- y también requiere que el público lo tenga, porque si no yo he comprobado algunos años, algunas veces, cuando he metido el dedo en llaga y he rebañado más de la cuenta, el público miraba para otro lado. Prefería que le hablara de cosas que, de alguna manera, les comprometía menos, les implicaba menos, porque si tú estás intentado agitar una conciencia de alguna forma comprometes al público y si el público no está por la labor de seguirte mira para otro lado y te quedas en vacío. Ese es el riesgo de tirar por ahí y, hoy día, yo creo que una de las mayores carencias de nuestra sociedad es la falta, la gran crisis, la desmotivación política y social que existe.
MAGA: “Incluir el compromiso político a la vez que la ironía tiene una dimensión pedagógica espectacular.”
MAGA: Está claro que, a veces, uno se pasa de rosca frente a un público que al final dice: “Déjame de rollos que no quiero esto, que quiero otra cosa”, pero a veces hay una dimensión pedagógica en todo esto que no llegamos los propios autores a ser conscientes de ello. Una letra, por ejemplo voy a citarte: “Oh pueblo americano que pones precio a cabezas” de Los ángeles caídos, eso en el momento en que se canta, con la capacidad de incidencia en la opinión y en la cosmovisión que la gente tiene de una cosa como el ataque a las torres gemelas, un pasodoble como ese, que yo celebré con una voltereta en mi sofá cuando lo escuché, es necesario. Es decir, se han leído artículos de opinión en esa misma línea, sin duda los hay, pero una copla de carnaval que escucha tanta gente, sobre todo tanta gente joven que está bombardeada por el maniqueísmo de los medios, y que de repente un autor plantee eso hace un bien a la humanidad que nosotros no somos del todo conscientes, eso no puede perderse de vista, sobre todo los autores que tienen seguimiento.
JCA: “Quien ayudó a que se diera el cambio político en Cádiz después son los primeros que impiden que la política real se materialice.”
JCA: Antes que autores somos personas. Los compromisos son a nivel personal. Hay veces que he estado con el mando a punto de tirárselo a la tele y no me la he cargado de milagro. A mí me hierve la sangre como persona, antes que como autor. Luego es lógico que ese instinto tenga una prolongación en los que escribo.
MAGA: “Una de las grandes victorias que uno ha visto en su vida ha sido la caída del teofilato.”
ETP: Hablemos ahora de los cambios políticos en la ciudad y en el Patronato
JCA: Yo me alegré mucho del cambio político, pero ese cambio, en lo material, no ha sido tanto porque tiene muchas trabas ahora mismo para gobernar. Trabas de quien ayudó a que se diera ese giro y después son los primeros opositores que impiden que la política real se materialice. Pero tengo esperanza de que la cuestión prospere, antes que volver a lo de antes…De todas formas en el asunto del carnaval yo estoy muy decepcionado. Porque creo que es muy mejorable, tenía muchas esperanzas en un par de años que estuvimos de reuniones, de negociaciones y cristalizaron de mucha mejor forma y creo que, ahora mismo, estamos igual que al principio o, si me apuras, un poco peor. En el sentido en el que hemos perdido dos años de negociaciones estériles y creo que no era la vía y desde mi punto de vista no lo ha sido. Si hay posibilidad de un cambio es otra vía mucho más radical que no está agotada y que exigiría mucho más valor, por supuesto. Pero tampoco hay mucha unión dentro del colectivo, y lo digo con mucha pena, nunca lo ha habido. Priman muchos los intereses particulares sobre los generales y de eso se aprovechan los que quieren gobernar esto en la sombra, los mafiosos, vaya.
MAGA: “El modelo de Patronato nuevo es un delirio que tiene que ver con que no se ha podido aprobar el modelo original que se deseaba.”
MAGA: De acuerdo básicamente con Juan con algunos matices. Una de las grandes victorias que uno ha visto en su vida ha sido la caída del teofilato. Luego es cierto que las circunstancias de la victoria son tan precarias, con el PSOE y su guillotina constantemente pendiendo sobre la cabeza del Equipo de Gobierno, que se ve maniatado y la transformación está siendo mucho más lenta y menos profunda de lo deseado. De todas formas, eso no exime de responsabilidad al Equipo de Gobierno actual que también a veces, sobre todo últimamente, empieza uno a verle algunos tics, que uno siempre ha querido justificar con su precariedad pero llega un momento en el que dices: “Esto no es necesario que lo hicieras de esta manera”. Me refiero sobre todo a los procesos participativos que al final uno ve cómo se van defendiendo proyectos que son más personales del alcalde o del Equipo de Gobierno que participativos. Y esto de verdad que lo acerca un poco al teofilato, para qué nos vamos a engañar. Aun así conservo la esperanza, las circunstancias no son fáciles, una legislatura es poco tiempo, el Ayuntamiento está en la ruina – estos piratas que estaban antes lo dejaron arruinado y se ven en la prioridad de sanear- en fin, todavía uno conserva la esperanza. Con respecto al Patronato, que tiene que ver también con ese proceso participativo frustrado, estoy básicamente de acuerdo en lo que dice Juan. Casi por azar me acabé viendo implicado en la formación del Patronato nuevo. El modelo de Patronato nuevo es un delirio que tiene que ver con que no se ha podido aprobar el modelo original que se deseaba, sino que es uno que se ha habido que negociar con la oposición con lo cual hay cosas que… ¿qué hace el Colectivo de Autores Independientes todavía con voto? ¿Qué hacen los antifaces con voto además de voz? ¿Qué hace un tercer comisario político en la mesa del Patronato…? En fin. Y luego, de fondo, la desunión. Durante un tiempo hubo un cierto clima de entendimiento entre las diferentes asociaciones, dentro de las asociaciones, y lo que es más importante, las asociaciones entre sí. El año pasado se hicieron algunas cosas en las que quedaba patente que había ganas de cambiar las cosas. Luego la deriva administrativa que tomó el Patronato ha desembocado en este modelo de ahora que es olla de grillos y en el que tengo poca esperanza de que funcione bien, sobre todo cuando vemos comportamientos por parte del Ayuntamiento en el que dices: “Bueno amigo, ¿estamos por la participación real o no?” Así que estoy un poco desencantado, básicamente con el tema del Patronato como órgano participativo casi de autogestión de los participantes. Este año ha sido una locura. Es para coger a todos los del Patronato, y me voy a incluir yo, y darnos cosquis y corrernos a gorrazos. Qué chapuza de organización de concurso este año, qué forma de improvisar, qué poca vista…ha sido desolador.
JCA sobre la organización del COAC 2018: “No entiendo cómo se hace así. ¿Cómo podemos hacerlo peor? Pues años tras año creo que se está consiguiendo.”
JCA: Yo lo veo todo mucho más fácil. No entiendo, es que esa es la palabra, no entiendo cómo se hace así. ¿Cómo podemos hacerlo peor? ¿Cómo podemos hacer lo fácil más difícil todavía? ¿Cómo podemos hacer lo sencillo más complejo? ¿Cómo podemos hacer lo de sentido común más insensato? Pues años tras año creo que se está consiguiendo. Me sorprende, ya peor no se puede hacer y se hace peor, ponen dos o tres ladrillos más.
MAGA: Eso tiene que ver, creo, -conociendo, ya que he tenido la experiencia de estar sentado en la mesa del Patronato tomando decisiones y viendo cómo funciona esto- con esa absurda idea seudodemocrática que tenemos de que de la suma de los intereses privados va a resultar el interés colectivo. Y para nada: da como resultado el delirio (JCA: El delirio). Cada uno tira para lo suyo y al final dice uno: “¿Qué está pasando aquí? ¿A quién le importa el concurso? ¿Aquí que está pasando?”
JCA: A mí me recuerda a la Ley de Murphy esa de que “si quieres que algo no funcione crea un comité”.
MAGA: Y no dudo de la buena voluntad que le puedan poner, pero cada uno mirando para lo suyo. Lo de Apto o No Apto ha sido el ejemplo más claro de que “El sueño de la razón produce monstruos”. Cuando se aprueba lo de Apto y No Apto es cuando digo: “Yo no voy a participar en un órgano que está creando un modelo de concurso que permite una cosa como ésta” O sea, que no tiene en cuenta que es una falta de respeto a la mayoría de los participantes. Yo no voy a participar ahí, en un comité del que sale el resultado que sale, es una barbaridad. Cierto es que uno empieza a intuir que hay muchos intereses en que la preselección desaparezca del COAC, al menos del Falla y como la entendemos hasta ahora, que en la preselección haya un filtro previo o…Creo que eso es tocar la piedra angular del concurso tal y como lo entendemos hoy. Si queremos convertir el concurso en otra cosa pues entonces habrá que pensar, pero tal como ahora ha sido y se concibe desde su origen, el concurso es una cosa abierta y popular para lo bueno y para lo malo.
JCA: “En Sevilla te acogen con los brazos abiertos, te dan un trato y un cariño impresionante. No quieren el concurso para ellos, como se ha llegado a decir aquí, a ellos les gustaría ganar y triunfar aquí.”
ETP: Y un concurso como el de Sevilla…
JCA: Yo no sé qué intención llevaban, decían que era para potenciar el carnaval de Sevilla y sus comarcas. Claro, aquí no tienen muchas posibilidades de triunfar a lo grande porque tienen una competencia mucho más fuerte, y superior en la mayoría de los casos, no en todos. Esa fue la excusa que dieron pero creo que la medida fue muy torpe, se echaron tierra encima y se ganaron tantas enemistades que tardaron muy poco en desestimarlo. El carnaval es de Cádiz y el que quiera que venga. Nosotros hemos abierto el concurso, los hemos vendido, nos hemos beneficiado de eso y hemos enamorado a Andalucía con nuestro carnaval (MAGA: Sevilla muy especialmente). En Sevilla te acogen con los brazos abiertos, te dan un trato y un cariño impresionante y a ellos les ha empezado a ir la marcha ésta de hacer agrupaciones, algunas con notable éxito. Yo no creo que haya que sobredimensionar la cuestión. Ellos no quieren el concurso para ellos, como se ha llegado a decir aquí, a ellos les gustaría ganar y triunfar aquí. Poniendo un símil no muy afortunado pero que se puede entender, es como si tú eres torero y en Cádiz no hay tradición taurina, tú no quieres que se haga una plaza de toros en Cádiz y abrir la puerta grande, si eres torero quieres abrir Las Ventas o La Maestranza.
MAGA: Por esa metáfora también te pueden decir…
JCA: No es muy afortunada pero sirve para ilustrar…
MAGA: No seré yo…. (Risas) Me parece ilustrativa pero era por seguir un poco con el cachondeito que tenemos con el bienquedismo. Yo no tengo mucho que añadir. El concurso de Sevilla me parece una tontería, pero si lo quisieran llevar adelante y seguir haciéndolo pues me parece bien (JCA: Claro, por supuesto). Ni me enfado ni me ofenden, que lo hagan. No pasa nada. Quien quiera que vaya y quien no que no vaya.
ETP: ¿Estarán vuestras dos agrupaciones en la final el viernes?
MAGA: Sería un regalazo
JCA: Tiene que ser así sí o sí. Si no ya la mafia se encarga. (Risas)