A veces me siento el alter ego de Rob Gordon que es a su vez el alter ego de Nick Hornby en Alta fidelidad, la novela y la película. Y de repente hago una lista de que otros personajes de película o novela podrían ser mi alter ego o yo los suyos. Porque hacer una lista es aumentar un día más tu visión global de la vida y eso, en estos días de cuarentena, se agradece muy mucho bastante. Porque hacer una lista es crear un canon de cosas que tenemos que (debemos/queremos/ansiamos) hacer, ver, escuchar por primera vez o a las que tenemos que volver irremisiblemente cada vez que tengamos miedo, frío o ganas de fiesta. Porque las noticias alientan la preocupación por los nuestros y ajenos, hielan la sangre y congelan el movimiento y te dan conciencia de que la lucha individual y colectiva continúa y aumenta.
Yo como no soy muy listo, me pongo a hacer listas. Por eso puse en mi lista escribir este modesto artículo. Porque entre que añadía un pasodoble de Los tribunos a mi lista de youtube de “Historia de la comparsa”, uno de Los de la resistencia a la de “Mejores pasodobles de este año” y un anuncio raro de Gucci con caballos dirigido por Yorgos Lanthimos a “Videos 2020”, pensaba en si el fin justifica los medios o es que yo me quedo en los medios hasta el fin. Escribo las dos primeras líneas y pongo Spotify para coger ritmo y que todo fluya en el movimiento de esta quietud transeúnte, de esta pausa justificada y llena de movimiento mental. Elijo una de mis 237 listas de Spotify, la que he llamado Postales Negras como el libro de Dean Wareham (el líder de Galaxie 500 y Luna) ya que mientras me lo leo voy pasando todas las referencias que comenta a esa lista; y mientras la escucho voy pasando canciones que me gustan a otras listas ya creadas anteriormente: Submission de Sex Pistols a “70s”, The magnificent seven de The Clash a “Los ochenta” y Sex&Drugs&Rock&Roll de Ian Dury a “333 canciones que sonarán en mi funeral”, lista que afortunadamente solo tiene 128 referencias de momento.
Trato de relajarme y decido elegir una película para salirme de mí y entrar en otra realidad. Abro Filmaffinity y comienzo una lista de Thriller español (1975-2020) y me debato entre “Crónica sentimental en rojo” de Robira Beleta y “Fanny Pelopaja” de Vicente Aranda. Mientras decido a qué vinilo le saco una foto para añadir a mi lista de “40 discos para pasar la cuarentena” que comparto diariamente en Facebook e instagram y cuándo me pongo a escribir unos posts en twitter dentro del hashtag “CononaFilmFest” (realmente quería poner CoronaFilmFest pero me equivoqué y en twitter no se puede editar) con lo que voy viendo de cine y de series, hago una lista mental de la gente a la que le tengo que escribir estos días porque sus familiares están en riesgo. La paso a word. Salga a aplaudir a la ventana, que son las 20,00. Después tomo un cuaderno y me voy a la cocina para ver lo que se ha ido gastando en estos días. Veo que se ha acabado la botella de tinto de Jumilla y le saco una foto a la botella vacía para sumarla a mi lista de vinos de Vivino. Apunto con letra temblorosa, fruto de escribir sobre el frigorífico, también tomates, salmón y salsa de soja a la lista que luego guardo en la cartera porque mañana salgo a la intemperie aunque sea 15 minutos. Y para una vez que salgo, ¿no voy a salir sin una lista, no?
Ocupo mi cabeza para no estar todo el día leyendo como sube la cifra de contagiados y fallecidos, cagándome en las gestiones tardías y en los ultraliberales que se aprovechan de la tragedia tras haber sido precursores directos, por el desmantelamiento de la sanidad pública y por la desprotección económica y laboral a la que han abocado a sus magníficos profesionales. Hago una lista de supuestos amigos a los que voy a dejar de seguir en twitter por retwittear a gilipollas, otra lista con marcas que nunca más pienso volver comprar por aprovechar esta situación dantessca para hacer un ERTE teniendo ganancias multimillonarias y otra de palabras feas que nunca más voy a utilizar cuando esté con la gente que quiero y me quiere.
En definitiva, que estoy perfectamente.