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Daniel lopez

Fotografía: Jesús Machuca

1.- Ni apocalípticos ni integrados: los más de treinta años de presencia y actividad del ecologismo social en la provincia de Cádiz no han conseguido alejamientos de la realidad ambiental ni desmovilización. Es cierto que somos más viejos y que la anhelada renovación generacional no se observa, pero los ánimos y las fuerzas siguen intactos.

2.- “El compromiso del activismo exige integridad práctica, disposición a asumir costes personales e implicarse por buenas razones” (Félix Ovejero). Pues bien, esa triple exigencia la cumple Ecologistas en Acción: poseemos honestidad en los comportamientos, hemos sufrido el peso de la justicia en algunos casos y el grado de implicación por la preservación de especies y de espacios es alto.

3.- Ante la  crisis de muchas ONGs, que dependían de subvenciones y apoyos de la Administración y que al desaparecer éstos prácticamente se han apagado, el ecologismo gaditano está soportando mucho mejor estos embates. Al depender básicamente de sus socios y practicar una economía de contención, hemos podido proseguir con todas nuestras campañas y proyectos.

4.- Somos apartidarios pero no apolíticos. Bien al contrario, al contar muchos de nosotros con un bagaje de militancia en organizaciones de izquierda, hemos sabido trasladar esas experiencias al campo de la defensa de la naturaleza y de la protección ambiental conociendo las limitaciones y las miserias de la política oficial.

5.- Los ecologistas gaditanos generamos respeto, animadversión y sana envidia. Lo primero en el grueso de las personas que nos conocen, lo segundo entre nuestros adversarios (que en algunos casos son casi enemigos) y lo último entre nuestros compañeros andaluces, que con igual o mayor cantidad de efectivos no consiguen resultados homologables.

6.- La típica y tópica división dentro del movimiento ecologista entre los naturalistas amantes de los animales y los activistas que luchan contra la contaminación y degradación ambiental, está superada en nuestro ámbito. Es cierto que hay personas más sensibilizadas por el maltrato animal o por la destrucción de hábitats que por el combate contra los intereses de las multinacionales, pero la confluencia de ambas necesidades es un hecho.

7.- La unión del ecologismo con el pacifismo en cambio no ha conseguido resultados satisfactorios. El declive de las marchas pacifistas contra la base aeronaval de Rota, el poco alcance de la objeción fiscal (detraer de la declaración a Hacienda lo que consideramos son gastos impúdicos para el militarismo)  o la escasa repercusión de la RANA (Red Antimilitarista y NoViolenta de Andalucía), son ejemplos de este fracaso.

8.- Se ha abierto un nuevo frente de acción lleno de posibilidades y de incógnitas. El hecho de que muchos ayuntamientos cuenten con nuevos actores procedentes del activismo ciudadano y de las movilizaciones del 15-M ha permitido que nuevos modelos de participación y de gestión urbana florezcan. El componente medioambiental es todavía muy débil en la mayoría de estos consistorios, pero movilidad sostenible, acceso público al agua y a la energía, reducción de la contaminación, defensa de los animales, viviendas accesibles y al margen de la especulación urbanística,… son objetivos planteados.

9.- “Actúa localmente y piensa globalmente”. Esta orientación la hemos seguido a rajatabla, pero completada con su contraria: pensar localmente y actuar de manera global.  Es el caso de todas las movilizaciones contra el Cambio Climático; comprobando los estragos que está ocasionando la subida del nivel del mar y la alteración de hábitats a escala local es como nos planteamos la necesidad de acudir a las cumbres del Clima y presionar por un cambio radical en el modelo energético, productivo, de transporte y de consumo.

10.- Aunque podemos valorar que el movimiento ecologista en nuestra provincia está y actúa unido, esta integración no se ha completado totalmente. Además de Ecologistas en Acción, Agaden sigue teniendo presencia sobre todo en las dos Bahías, la de Cádiz y la de Algeciras. Aunque durante un breve periodo estuvo integrada en E en A, sin embargo Agaden sigue trabajando de manera autónoma, pendiente de unirse  a Ecologistas en Acción, con quien tiene buenos lazos. También es cierto que organizaciones locales como Toniza en Chiclana (heredera de la Chinita en el Zapato) se acaba de incorporar a nosotros. La unidad de los ecologistas es imprescindible e imparable.

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