Ilustración: @pedripol
Unos se apropiaron de la tierra, del agua, del sol, del conocimiento y de la información; usada ahora para difamar y para generar miedo. Otros -o los mismos, en verdad- quieren apropiarse de la condición de ciudadanía; o estás en sus asociaciones, en sus partidos, o no eres de la comunidad. Se quieren quedar con lo que no nos pertenece porque es común, como dirían en Cochabamba.
Que sepan que Cádiz se está articulando alrededor de los procomunes. La cultura nos pertenece; aunque haya quien quiera apropiarse de Guy Debord para sí solo o quien quiera monopolizar el arte, el patrimonio o la innovación como propiedades mercantiles. Nos pertenece el derecho a la información y lo estamos recuperando; las falacias cada vez tienen un recorrido más corto, el miedo ya no atemoriza y los perros de prensa cada día son más enclenques. La participación -el derecho a opinar, a construir ciudad y a implicarnos en ella- también nos pertenece, aunque se nos quiera excluir de los Reglamentos.
La cogestión, la cogobernanza, la solidaridad, el celo por el bien común, el respeto a lo colectivo y el buen vivir comunitario están concentrando, en Cádiz, iniciativas que trabajaban de manera dispersa y que ahora van a generar lo que Naomi Klein llama una “coalición de coaliciones”. Elinor Ostrom, Chistian Felber, Laval y Dardot nos iluminan el camino. El enemigo es común, la utopía -cada vez más posible- también. La Plataforma de Economía del Bien Común se presentará en breve en nuestra Bahía. Se trata de profesionales que pondrán su experiencia y su conocimiento al servicio de la ciudadanía. Cada día somos más.
En este número, penúltimo antes de una nueva era para ETP, traemos un dossier sobre Rita y Fidel, así sin apellidos. Incorporamos a Ángel Pinto como nuevo colaborador; bienvenido. Y damos cobijo y cariñitos a nuestros colaboradores habituales, recuperando artículos de Pepe Maestro y de Pepe Pettenghi que acompañan a sus nuevas aportaciones. Gracias a ambos.
Las imágenes, de nuestros referentes Jesús Massó y Pedripol. Gracias a ellos también. El Tercer Puente también aspira a colaborar con el bien común de nuestra ciudad.