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Abstencion

Ilustración: Pedripol

En ajedrez se conoce como zugzwang a la posición en la que un jugador tiene obligación de mover y cualquier movimiento que haga resulta perjudicial para sus intereses. No es original relacionar el zugzwang con la situación del PSOE en el último mes. La diferencia entre el ajedrez y la política es que en el juego de los 64 escaques se analiza a posteriori la jugada completa y en la política tiende a olvidarse.

Sin embargo, si nos preguntamos por qué ahora el PSOE estaba en zugzwang cabría remontarse a la apertura 15M, el momento en el que se puso sobre la mesa que el PSOE jugaría con negras a causa de su sumisión a las políticas neoliberales de la Unión Europea abandonando a gran parte de sus votantes objetivos, especialmente los jóvenes.

Con todo, cuando el PSOE perdió la iniciativa fue cuando tuvo que sacrificar a sus peones en el gambito Podemos. Ciertamente, el Partido no se ha repuesto de aquel movimiento que le ha condicionado en todas las decisiones posteriores.

Le pasó, por ejemplo, tras el 20 de diciembre cuando se enrocó con Ciudadanos en un movimiento que no le llevaba a ningún sitio pero prefirió esconderse en la esquina derecha antes que abrir al flanco izquierdo y fajarse en el tablero para recuperar la iniciativa de la partida. Fue entonces cuando se condenó a la fatalidad que se ha consumado estas últimas semanas.

Porque la disyuntiva a la que se enfrentaba el PSOE no era tal. No se trataba de escoger entre terceras elecciones y la abstención al PP. Cabía otra salida, dinamitada por los mismos que también se apresuraron en dinamitar las posibilidades socialistas ante las terceras elecciones. Nadie vota a un partido dividido así que algunos evidenciaron la división y garantizaron que la escapatoria que le quedaba en su partida era entregar al propio PSOE para salvar a Susana Díaz: sacrificar al Rey para salvar a la Dama.

Hay que ser muy egocéntrica para montar esta parafernalia con tal de salvar los intereses personales antes que los del propio partido, pero Susana Díaz es hija de un tiempo en el que los políticos ya no son gente normal sino profesionales que se juegan su pan y son capaces de decir abstención donde antes decían que no era no.

El jaque mate al PSOE se consumará en breve y pronto veremos a los socialistas como el PASOK griego. Mientras, los peones del PSOE, sus militantes, sufren el descrédito en la calle y se reúnen en asambleas y recogidas de firmas para tratar de salvar unas siglas centenarias. Pero lo peor es que los ciudadanos sufriremos cuatro años más de sentirnos pisoteados en un tablero en el que no tenemos ni el papel de figurantes.

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