La pregunta: ¿alguien puede pensar?
En esta situación que ha pillado al mando del país a un gobierno débil en número pero resolutivo, que ha cogido el toro por los cuernos mucho antes que otros (y también después que otros), que ha tomado medidas que nos parecían impensables hace un mes pero que se muestran necesarias para batir a la pandemia, que necesita todo nuestro apoyo en estos momentos trágicos de la historia. No tienen todos los datos, no están contando bien, cada uno hace esas sumas como le viene en gana… Más que nada porque esto ha cogido a todo el mundo, a todo, absolutamente en blanco y sin capacidad de reacción.
Todo esto no es más que un inmenso test de prueba y error, porque no hay otra… O eso leo por ahí, porque por otra parte la guadaña invisible se lleva las vidas de nuestros mayores, y, por tanto, hay que pedir también las de nuestros gobernantes, que son unos bastardos asesinos que por las noches, en las cuevas que habitan, maquinan sórdidas conspiraciones para acabar con nosotros, para asesinarnos, para dejar un país muerto y roto que rinda pleitesía a la horda comunista y bolivariana que se agazapa en la otra orilla del Atlántico, y todo por culpa de unos orientales de mierda que han fabricado un virus en connivencia con los yanquis y los rusos en sus laboratorios secretos del interior de China. Y viene una plaga de langostas desde África, la fiera que espera enseñando los dientes para apoderarse de nuestras ciudades, también un coladero de árabes infieles que conspiran para derribar el Estado del Bienestar que tanto nos ha costado construir, terroristas impíos y crueles, todos en el mismo saco, no hay ni uno bueno… Y, ¿para qué vienen? Ya hay muchos muertos en España, muchos, porque cualquier número de difuntos es siempre demasiado, hasta la unidad; el Gobierno actuó tarde y mal, poniendo los intereses de las perraflautas, esas que convocaron la manifestación por el día de la mujer, por encima de la de los ciudadanos de orden. Nos mienten, nos manipulan, son unos censores fascistas que no admiten crítica alguna. Lo mejor es delegar el poder en una sola persona, como en Hungría, en alguien fuerte, un hombre o una mujer de Estado que tenga poderes plenipotenciarios para llevar a nuestro pueblo a la victoria como ya hicieron otros grandes líderes de la historia… Líderes como el que nos conduce ahora, impasible el ademán, mentón firme fijado en el horizonte del prómpter en el que lee los discursos que el escribe Redondo, que se ha aprendido de memoria las grandes enseñanzas de The West Wing, puntos y comas incluídos. O eso dicen, que si uno hace caso de las cosas que se dicen de él… Se le ponen los velllitos de punta, porque la mayoría de los ministros tienen ambulancias en la puerta, quitando unidades de la UVI y de la UCI y robando los trajes EPI que necesitan nuestros sanitarios, los únicos y verdaderos héroes de toda esta mierda, los que se están dejando la piel a cada segundo que pasa y a los que habría que proteger a toda costa, a los que se contagian más que nadie porque luchan contra los leones y hasta les han quitado la silla, como a los maestros que se tocan sus partes nobles mientras los demás pierden los trabajos, putos funcionarios (aunque los soldados, y los sanitarios, y los policías también lo son) que no sirven para nada y son un lastre para el estado, como todos los políticos y como el tío ese que sale diciendo los muertos que también ha cogido el bicho porque está todo el día entrando y saliendo, no como los ciudadanos que llevamos encerrados ni se sabe ya el tiempo porque cada uno lo cuenta a su manera, dando el callo, protegiéndonos los unos a los otros, como debe ser, aunque no tengamos ni mascarillas ni guantes ni nada porque estamos gobernados por inútiles que son igual de inútiles que el resto de los que mandan en el planeta, a los que los chinos de antes que inventaron el virus les están engañando como a unos ídem…
Repito la pregunta: ¿alguien puede pensar?
¿Con claridad?