Fotografía: Jesús Massó
Diciembre, final de año, toca balance. En El Tercer Puente hacemos balance en cada número ya que hemos superado cualquier expectativa inicial y cualquier periodo de prueba que nos pusiéramos. Cualquier número puede ser el último o puede ser el primero de una nueva etapa. Estamos en continuo cambio y continuamente nos ponemos en cuestión. Un medio de opinión colectivo debe funcionar de manera engrasada y necesita una puesta a punto periódica. No podemos convertirnos en una maquinaria oxidada ni en una reliquia como le ocurre a otros medios tradicionales o a algunas instituciones. Por nuestras calles vemos a periodistas y políticos que chirrían al moverse, algunos incluso huelen porque vagan inertes e inánimes; aunque ellos aún no lo saben.
El Tercer Puente puede desaparecer cualquier día, antes de que empiece a crujir, pero de momento y después de veinte meses seguimos creando tejido social, llenándonos de masa crítica, activando la vida comunitaria, generando posiciones críticas, voces alternativas e imaginación creativa. Ahora se nos unen voces desde Madrid, Alberto Porlan, y desde Sevilla -Alfonso Yerga. Voces solventes que nos engrandecen y nos fortalecen.
De la misma manera nos engrandece la valentía de quienes rompen el silencio y el miedo y nos dan cuenta de situaciones de abuso que han sufrido. Bravo por ellas. Todas somos manada. El Tercer Puente también es manada solidaria y no rebaño silente.