Antes de que la pandemia nos cogiera la vez, el equipo de ETP estaba
embarcado en un ilusionante proyecto del que estábamos muy orgullosos y
deseando compartir con vosotros. Nos referimos al libro “El dardo en la
viñeta” de nuestro compañero y viñetista Pedripol. A punto estábamos de
celebrar y compartir el nacimiento de nuestra aventura con vosotros cuando
nos sorprendió el coronavirus y el resto ya lo saben. Es por eso que desde
aquí queremos liberar algunos de los textos y viñetas de este libro para que
podáis disfrutarlos.
Pronto volveremos a la carga y entonces no nos parara nada. Pero de
momento afilemos las palabras, afilemos los pinceles.
Os presentamos “El dardo en la viñeta” pasen, vean y lean.
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La justicia es ciega, pero sabe por quién mira. La justicia es ciega, pero huele; y el ciego le afina el olfato… para los negocios por supuesto. Porque la justicia es ciega, pero a veces, no veas como apesta. La justicia que menos que fuese justa, pero eso es a todo lo más: teoría, porque en la cruda realidad Suprema, teoría y realidad no se parecen ni en el Banco de sus ojos. La justicia es ciega, como la fe, que como la esperanza son lo último que se pierde, a diferencia de la justicia que se pierde a la primera.
El parchís siempre tuvo detrás la Oca, o viceversa. El Tribunal Supremo trae la Banca. Que traducido resulta, Supremonopoly: El juego de manos definitivo (y de poderes, intereses, dinero, bancos, bancuchos, banqueros y banquillos). El juego donde siempre gana la banca, las instrucciones las dan los tramposos, que roban de la caja sin ir a la cárcel y te cobran ellos a ti las 20.000 pesetas, sacándote de tus casillas, así, de salida. Y es que con Supremonopoly el Pueblo siempre pierde y paga porque le toga, perdón, porque le toca. ¡¡Que si Montesquieu parriba, que si Montesquieu pabajo… que si Montesquieu al carajo!!. Aquí la separación de poderes es en régimen de gananciales. Bien de régimen para los de abajo y mejor de gananciales para los de siempre. Hipotéquense y jueguen, paguen los Impuestos de Actos Jurídicos Documentados gracias a un Tribunal Supremo dividido por poderes no separados.
Supremonopoly: el juguete favorito de la banca, donde usted será siempre el que pierde, y es que el Tribunal Supremo se llama Tribunal Supremo porque “Tribunal Supremo Sucolega Suscojoneahí Surmano Subanco Sushuevos” cantaba mucho. Porque la justicia es ciega, pero canta tela. Y es que la justicia es ciega, pero sabe por quién mira. ¡¡PROTESTO!!
Que no hay peor justicia que la que no quiere ver, y en el mundo de la justicia ciega, el más banquero es el Rey… con to sus tuertos…. o como se diga. ¡Qué condena!