Cuando empezaba yo a salir de noche sola tenía 16 años.
Acababa de llegar a Cádiz, y los primeros meses tenía novio. Así que me acompañaba a casa, me recogía del Drago, me llamaba antes de dormir, me mandaba un sms, porque no existía WhatsApp, y no nos dimos nuestras contraseñas de Facebook porque no había. En general, un chico muy respetuoso y caballeroso, y más cosas que terminan en oso. Pero lo dejé, y tenía que ir a los sitios sola, y ahora esta situación se me hacía un mundo.
Tenía que volver sola andando a San Severiano desde la punta de San Felipe. Claro, no siempre iba alguien para tu zona a la misma hora que tú tenías que regresar a casa. Eso era cuando tenía 16 años. Algo más de una década después, con 27, voy con mi perra por la calle, para que me proteja. Vuelvo a casa sola por la noche y lo hago aterrorizada. No sé quién puede salir de un rincón, no sé si el hombre que viene detrás viene muy rápido, no sé si me lo estoy inventando todo, y no sé si voy a tener que estar toda mi vida haciendo como la que llama por teléfono cuando viene algún individuo cerca de mi… en definitiva, yo de mi casa a la punta tardaba menos andando que del Falla al Parque Genovés. Yo andaba que me las pelaba. Una vez llevaba unos tacones altos y se puso un hombre a decirme cosas, no recuerdo ni qué, a las 4 de la madrugada, a la altura de la iglesia de San Severiano, no había ni un alma en la calle, y me quité los tacones y corrí hasta mi casa, tanto que a mitad de la escalera, subiendo me quedé ya sin aliento. Más de una vez me quité los tacones y salí corriendo, no sé si el peligro era real o era en parte sugestión de verme desprotegida pero, me gustaría saber cuántos chicos de mi edad se quitaban los náuticos para salir corriendo porque una mujer le decía cosas a la altura de la iglesia de San Severiano.
Otra vez, ya con 17, en el KM (conocidísimo bar de la punta) estaba yo con unos amigos, eran todos chicos así que iba al cuarto de baño sola. Esa noche entendí porque más mujeres íbamos al baño de dos en dos. Entré y la puerta estaba estropeada, había un chico fuera que me miraba mucho, y yo pensando pues que yo le gustaría, el caso es que la última vez que entré en el baño ese día el chico se metió. Me empezó a preguntar muy cerca de mi que de qué zona era, que si era de Cádiz, que nunca me había visto. Claro, yo le contestaba, no creía que la situación se fuese a agravar puesto que la puerta del baño daba a la pista de baile y al estar rota se dejaba entrever lo que allí acontecía. No estaba de par en par pero se veía, tanto es así que un amigo de él lo vio y se metió en el baño también. Que qué estábamos haciendo quería él saber, y yo pues le dije que nada que ya nos íbamos que me estaba preguntando cosas. A todo esto, uno de mis amigos entra y pregunta que qué pasa. Yo le intentaba decir con mi cara que estaba acojonada que se los llevase de ahí y que me sacase. Los chicos le dijeron a mi amigo que estaba todo bien, mi amigo preguntó «¿Seguro?» e insistió «¿Sara seguro?». Y yo le dije no con la cabeza. Los chicos se pusieron histéricos, dijeron que yo de qué iba que estaba allí queriendo liarme con los dos y ahora le decía a mi amigo eso. A lo que uno de ellos me da un beso en la boca y le dice a mi amigo, “¿ves? estamos bien déjala, déjanos”. Mi amigo se queda con la cara de póker y se va. Mientras mi amigo se iba el segundo en discordia también me plantó un beso en la boca. Yo estaba literalmente en un rincón en el baño parada, en shock, uno le dijo al otro «aguanta la puerta”. Cuando este se puso en la puerta empezaron a dar golpes «abrid, abrid» y abrieron. Era mi amigo Jesús «¿Qué coño estáis haciendo?» Ellos dijeron que estaban liándose conmigo, así, y punto, que si él era mi novio preguntaron. Él dijo que era su amiga y que estaba seguro de que eso no era así, y me dijo “dime qué estáis haciendo aquí Sara”. Le dije que estaba echándome agua que había terminado de mear. Que se metió uno y luego el otro, y que yo no estaba allí porque quería. Mi amigo me dijo «sal”, con determinación; salí y Jesús llamó a los porteros mientras Germán, mi amigo que entró primero, los mantenía dentro del baño porque intentaban escaparse.
Mis amigos me salvaron de un jodido abuso sexual en el KM, en la punta de San Felipe. En Cádiz, donde nunca pasa nada ocurren estás cosas sí…
Imaginaos que podría ocurrir en San Fermínes el año pasado, cuando una mancha de inútiles y cobardes que se creen que son una manada violan en grupo a una chica. ¡Por favor! ¿Qué manada ni mandada? Vosotros no llegáis ni a lobos solitarios, vosotros solo podéis ser hombres porque es de los hombres la condición de maldad, de crueldad, de disfrutar del sufrimiento de los otros, es condición de nuestras especie, y de vuestro género. Las mujeres no violamos a nadie. No imponemos nuestro género. No os decimos cosas por la calle a las 4 de la madrugada. No nos metemos de dos en dos en los baños a comerle la boca a un hombre que no quiere. No violamos en grupos de cinco a chicos en los San Fermínes. No somos las que mandamos, ni queremos eso. No estamos obsesionadas con el sexo oral. No somos unas cobardes, y sobre todo no nos creemos una manada, si no que somos La Manada.
Somos la única manada real del momento, vosotros no sois más que un saco de mierda, con una vida de mierda, que ya sólo puede seguir adelante odiando, violando y haciendo polvo a los otros seres humanos. No todos los seres humanos tenemos esa condición, pero solo los seres humanos somos capaces de desarrollarla. Un lobo no se plantea hacerle mal a los otros lobos por satisfacción personal, un lobo solo hace algo atroz por supervivencia.
Pongamos que las autoridades pertinentes empiezan a hacer algo de una puñetera/puta vez contra la violencia de género. Pongamos que eso pasa antes de que nos invadan los extraterrestres. Pongamos que sí hombre. Seamos optimistas, que ya se ha Igualado la brecha salarial un 25%. Ya somos medio tíos. Ya no nos queda nada para que nos ayuden en las tareas del hogar… hemos avanzado mucho, a pesar de que desde 2009 la cifra de violaciones en España al año haya superado el millón de víctimas, si sí, la igualdad no is coming ¡Par favar! La igualdad is here.
No jodáis más, no jodáis más a las mujeres. No jodáis más con que el feminismo no es necesario.