Tiempo de lectura ⏰ 10 minutitos de ná
Albadelcampo
Fotografía: José Montero

Tenemos nuevos datos sobre la pobreza energética y no son nada halagüeños. Según el 4º informe de la Asociación de Ciencias Ambientales titulado “Pobreza Energética en España 2018” 6,8 millones de personas (el 15% de la población del país), estarían sufriendo temperaturas inadecuadas en la vivienda, retraso en el pago de recibos, o ambas. Y no queda ahí la cosa. Este informe -que recoge varios indicadores para medir la pobreza energética- señala también que, si tenemos en cuenta el indicador de gastos desproporcionados (más del 9% de su renta) y/o si se tiene en cuenta el indicador de pobreza energética escondida en 2016, un 29% de la población del país estaría en dificultades relacionadas con el abastecimiento energético.

Estamos hablando de que una de cada tres familias de este país tiene problemas con los suministros energéticos por razones económicas. Estos datos deberían ser tomados muy en serio por el Gobierno, pues es quien tiene la competencia en energía. El informe muestra el resultado de la única medida adoptada por el Gobierno de Mariano Rajoy en dos legislaturas para combatir la pobreza energética: La reforma del bono social, (que por cierto, es una ayuda creada por Zapatero en 2009).

Los datos son demoledores: los beneficiarios del bono social han pasado de 2,3 millones de personas a 170.000, a pesar de que potencialmente 9 millones de personas entrarían en los baremos de renta y demás criterios del nuevo bono.

¿Cómo puede ser? Resulta que el procedimiento para acceder al nuevo bono es un calvario; que las delegaciones de Asuntos Sociales de los ayuntamientos no han recibido ni la formación ni la información adecuadas para poder informar (que no tramitar) el bono; que millones de personas no se han enterado de que tienen que renovar; que los mecanismos no funcionan y que, por ejemplo, no hay manera de aplicar la bonificación, prevista por el BOE, del 100% de la factura a personas vulnerables en riesgo de exclusión.

Dicen desde las comercializadoras que el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, que dirige Alberto Nadal, está colapsado porque no había previsto el aluvión de solicitudes y la complejidad de las comprobaciones, que hay un retraso de 3 a 4 meses en la gestión de los expedientes y que, para más inri, se están rechazando más de la mitad de las solicitudes.

Que el bono social estatal es un fracaso no es una opinión, es un clamor en el sector, más allá de Cádiz, donde la campaña de desinformación del PP está creando un contexto de posverdad digno de estudio. Aquí 6 noticias de medios poco sospechosos de simpatizar con Podemos con el estado de la cuestión:

Aterrizando en Cádiz, es imposible entender lo que pasa con el Bono Social Gaditano a golpe de titular. Porque el proceso y el trabajo no son noticia y porque muchos periodistas dan más voz al poder y al espectáculo que a la gente de a pie, al tiempo que equiparan la opinión de una persona que no se ha pasado una sola vez por la Mesa contra la Pobreza Energética con la de docenas de personas y organizaciones que llevan 2 años trabajando. Y encima habrá que dar las gracias cuando nos desinforman. La primera consecuencia de esta falta de cuidado es que en la calle se habla más de las barbaridades que cada cierto tiempo suelta el PP local para justificar su bloqueo al Bono Gaditano, que del tremendo trabajo realizado y de las batallas ganadas para avanzar en la lucha por el derecho a la energía en Cádiz.

Pero, toca hacer memoria y ver dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí. ¿Por qué un Bono Gaditano? Porque en esta ciudad hay miles de familias en situación de pobreza energética que no pueden acceder a la única ayuda estatal en materia de energía: el bono social. En Cádiz se pagan miles de recibos al año por parte de Asuntos Sociales del Ayuntamiento; de hecho, se invierte en esta tarea el doble de dinero que se invertía en 2013. Pero no es suficiente. Hay que acabar con el peregrinar de las familias para que les paguen el recibo.

La reforma del bono social del Gobierno de Rajoy ha mantenido que sólo lo puedan ofrecer las comercializadoras de referencia (COR), entre las que no está Eléctrica de Cádiz y esto deja fuera a quien tenga la luz con esta compañía. En Cádiz hay organizaciones reclamando un bono desde 2013. Según la web de la CNMC, son solamente 8 empresas en todo el país, de las 670 comercializadoras eléctricas que operan en España, que pueden dar el bono estatal. ¿Y qué empresas sí pueden dar el bono (o sea, cuáles son COR)? Las 5 del oligopolio en su versión regulada, la de Ceuta, la de Melilla y otra más. Por tanto, el bono de Rajoy deja fuera a millones de familias que lo necesitan.

Es la crónica de un fracaso anunciado ya que el Gobierno se negó a incluir las recomendaciones de ayuntamientos, empresas y organizaciones sociales en su reforma. Estamos hablando de que en España una de cada tres familias tiene problemas con los recibos energéticos y, de momento, tras seis meses de su implantación, sólo pueden acceder al bono social 170.000 familias. ¿No es esto un desastre?

¿Y qué pasa con los clientes de las 662 comercializadoras de este país que NO pueden ofrecer el bono social? ¿Qué pasa con las familias que por compromiso ambiental tienen la luz contratada con una empresa 100% renovable? ¿Qué pasa con las que han sacado sus contratos del oligopolio para no contribuir con las bochornosas puertas giratorias? Pues que esas familias no pueden acceder al bono social nacional. Eso sí, tienen que pagarlo, porque el Gobierno ha establecido que lo costeen todas las comercializadoras en base al número de clientes.

Eléctrica de Cádiz, al pertenecer al grupo de las 662 de mercado libre, no puede ofrecer el bono social estatal. Por eso en 2015 el Gobierno municipal gaditano y numerosos colectivos sociales, que venían denunciando la pobreza energética, iniciaron la lucha por crear uno propio; para eso sirve, entre otras cosas, una empresa mayoritariamente pública, para poner a la gente por delante del negocio.

Han sido muchos los obstáculos superados desde el mismo día en que se aprobó la creación del bono en el pleno municipal. Pero sin duda, la reforma del bono estatal ha sido el escenario perfecto para la campaña de desinformación del PP que estamos viviendo. Reforma que, por cierto, ha supuesto que Eléctrica de Cádiz comercializadora tenga que pagar más de 400.000€ anuales al oligopolio, vía Estado, para el bono que no puede ofrecer.

¿Esto significa que una persona en Cádiz no puede pedir el bono social nacional? No, claro que puede, digan lo que digan los medios locales, en boca de curiosos “expertos” que dan la razón a los delirios de algunos concejales del PP. Lo que pasa es que, a día de hoy, tendría que cambiar de compañía (como en cualquier otro lugar de España, por otro lado).

En este caso, si una persona está con Eléctrica de Cádiz (que ya es 100% renovable, por cierto, otro avance sin visibilidad) tendría que cambiarse a una comercializadora de referencia del oligopolio y echar la solicitud, a ver si tiene suerte, y no sólo cumple los requisitos, sino que logra salir airoso del procedimiento.

Sin embargo, detrás de la cortina de humo del PP de Cádiz, se ven muchas cosas. La primera, que el bloqueo del bono local tiene un rostro, pero responde a la voluntad de bloqueo permanente de un partido que espera volver, más pronto que tarde, a la que considera en propiedad SU casa, y no la de los gaditanos y gaditanas. En segundo lugar, que José Blas Fernández usó la Fundación Eléctrica de Cádiz a su antojo, sin dar cuentas a nadie. Prueba de ello es que no presentó anualmente las cuentas de Fundación y no ha renovado a los patronos, como era su obligación como presidente. Así que tiene dicha Fundación Eléctrica de Cádiz en situación irregular -como lo dice el informe que él mismo encargó a Cuatrecasas, con cargo de 14.000€ a la Fundación y que remitió a la prensa para manipular su difusión, antes incluso de remitírselo al Alcalde de la ciudad, a quien había pedido retrasar la firma de los convenios hasta conocer sus conclusiones.

Pero, para entender el ruido que hay entorno a todo esto de los bonos, no sólo hay que mirar a la prensa y al PP. La falta de conocimiento de la población sobre la factura de la luz es el caldo de cultivo perfecto para la manipulación. Si los argumentos surrealistas de José Blas calan entre nuestras vecinas y vecinos es porque todavía no se entienden los bonos. Lo hemos reflexionado numerosas veces en la Mesa contra la Pobreza Energética, ahora estamos viendo cómo le damos la vuelta a esto.

En mi opinión, si queremos hacer realidad el Bono Gaditano, no podemos seguir tirando de expertos ajenos al problema y al proceso, a los que les falta información (unas veces) o ecuanimidad (otras). Tenemos que empoderarnos y comprometernos con la alfabetización energética de la gente de esta ciudad, empezando por nosotras mismas. Y para eso, hay que superar nuestros propios complejos. Quien quiera ayudar en este proceso tiene que ser capaz de calcular el coste de su recibo (que son 3 multiplicaciones, dos porcentajes y dos sumas). Sólo así se puede demostrar que el Bono Gaditano es mil veces mejor que el estatal, más allá, de que uno incluye formación y optimización de contrato -y es más social- y el del estado, no.

Las bondades del Bono Gaditano se demuestran factura en mano, con casos reales ¿por qué? porque a diferencia del estatal, el Gaditano tiene en cuenta la cantidad de energía que necesita una familia para vivir en Cádiz. El estatal pone límites de energía comunes a todo el país, como si fuera lo mismo vivir en Burgos que en Cádiz. Además, porque no es lo mismo bonificar 100kWh al mes, que poner un límite de 100kWh al mes (aunque algunos “expertos” lo confundan). En el bono estatal se hace un descuento del 25% o del 40% del coste de la energía hasta el límite fijado, mientras que el Gaditano bonifica (gratis) el 100% una cantidad de energía.

Respecto a la potencia, no es lo mismo bonificar 2,3kW de potencia contratada (gratis) como hace el Bono Gaditano (y que la familia tenga contratada la que se le antoje, pero el resto del coste que supere 2,3 lo asume ella), que poner un límite de 2,3kW (como algunos han dicho). El bono gaditano no tiene límite, pero sólo se bonifica 2,3kW, porque así se asegura que cualquier familia tenga la potencia mínima para vivir cubierta al 100%. El estatal pone límite de 10kW pero sólo te dan el descuento del 25% o del 40% del coste de lo que contrates. Es decir, que si contratas 3,4kW, te dan el 25% o el 40% de 3,4kW, es decir, menos que con el gaditano. ¿Y por qué estas cantidades? porque el bono gaditano establece unos mínimos de energía y potencia para vivir gracias al estudio que elaboró el Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales. Por eso, en el gaditano se bonifica la energía justa y ni regala dinero a las eléctricas (como el estatal), ni fomenta el derroche.

La Mesa contra la Pobreza Energética de Cádiz lleva en marcha desde 2015, y al ser un espacio abierto, ha pasado mucha gente por ella. Hemos de lamentar, que no toda ella se ha molestado en comprender la propuesta resultante. Pero, si a pesar del ruido, identificamos los colores, vemos que en la batalla mediática abierta, la única organización que está exigiendo el bono estatal frente al gaditano (haciendo caso omiso al hecho de que cualquiera puede pedir YA el bono estatal) es la única organización con la que José Blas ha tenido a bien reunirse. Y curioso es también, que la voz cantante la tenga una persona que no ha participado en el proceso de elaboración del Bono Gaditano (aunque le plantara la firma).

Para defender el Bono Gaditano, no sólo debemos movilizarnos, hay que empoderarse y  poder explicarlo. No hay mejor experto o experta, en pobreza energética en Cádiz, que la gente que está invirtiendo su tiempo desde hace dos años en que la energía sea un derecho. Hay que sacudirse los complejos frente a los ingenieros y los presidentes. Lo que oculta el ruido es lo solo que se ha quedado el PP en relación con el Bono Social Gaditano. Aunque parezca lo contrario, Cádiz nunca ha estado más cerca de tener un bono propio con el que poder asegurar el acceso a la energía a las familias con menos recursos. Se han cosechado todas las victorias que han hecho falta para avanzar:

  1. El 30/10/2015 se aprobó por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento, que Eléctrica de Cádiz tuviese un bono social alternativo al del Gobierno.
  2. En 11/2015 se creó una mesa de trabajo, para elaborar un bono que respondiera a las necesidades de la gente de Cádiz: la Mesa contra la Pobreza Energética de Cádiz.
  3. Hubo un proceso participativo que implicó a más de 12 colectivos, trabajadoras sociales, técnicos de Eléctrica de Cádiz y políticos de todos los colores, salvo del PP.
  4. El COGITI elaboró gratuitamente un “Estudio de consumo energético en familias en situación de vulnerabilidad de Cádiz” para completar el diseño del bono con datos fiables de consumo energético en la ciudad, en el colaboró Eléctrica de Cádiz.
  5. El 16/12/2017 los colectivos y organizaciones que participaron en su elaboración, así como los partidos, salvo PP, validaron la propuesta de Bono Gaditano.
  6. Se encargó un informe jurídico externo y uno técnico a la gerencia de Eléctrica, para establecer la mejor manera de implementar la propuesta acordada, cumpliendo marco legal del sector eléctrico, las leyes de competencia y las de administraciones locales.
  7. El 27/3/2017 se llevó la propuesta al consejo de Eléctrica de Cádiz y no fue aprobada, porque el PP votó en contra, y hay que recordar que junto con Endesa tienen mayoría En segunda votación el 29/6/2017 el Bono Social Gaditano fue aprobado.
  8. El 4/07/2017 José Blas Fernández, como presidente de la Fundación Eléctrica de Cádiz firmó un convenio con el Ayuntamiento en el que se comprometía a poner en marcha el Bono Gaditano, aunque comenzó a dilatar la firma de los otros dos, por razones que han ido variando y que están suponiendo su bloqueo, casi un año después.
  9. En octubre de 2017, José Blas hizo público un informe, solicitado por él mismo, en el que se señala que tiene la Fundación Eléctrica de Cádiz en situación irregular, y que para saber cómo tributar a Hacienda el bono social en dicha situación es conveniente preguntar a la Dirección General de Tributos. Dicha pregunta no cuestiona ni la propuesta de bono, ni su legalidad. Si era ilegal, ¿por qué Blas Fernandez votó a favor en el consejo de administración de Eléctrica de Cádiz?

La Mesa contra la Pobreza Energética sigue trabajando, empujando, comprometida. Hay organizaciones que colaboraron en el diseño de la propuesta y otras que se han unido en los últimos meses. Pero, ahí estamos y ahí seguiremos con las movilizaciones, hasta que el bono sea una realidad. 2.000 familias esperan. Están desde el primer día: APDHA, Facua, Mujeres de Acero, la Asociación Cardijn, Podemos, Ganar Cádiz y el PSOE, además, se ha contado con la colaboración permanente de Eléctrica de Cádiz, y se han unido: Ni Una Menos, Mujeres del Sur, la Marea Pensionista, la Marea Blanca, Economía del Bien Común, Iguales en Acción, Plan C, CGT, Autonomía Obrera, USO, Mesa de Transición Energética de Cádiz y el Colegio de Trabajo Social de Cádiz. Además del trabajo de los colectivos sociales, gracias al trabajo coordinado de los técnicos/as de Asuntos Sociales, del Centro Municipal de Informática y de Electrica de Cádiz, el procedimiento y el mecanismo de aplicación del Bono Gaditano están listos. Aunque no sea noticia, en estos meses no se ha dejado de trabajar, y como resultado del Plan de Choque contra la Pobreza Energética de AASS, hay ya 1000 familias solicitantes de ayudas de la luz, que han realizado el taller de formación en ahorro y optimizazión de recibo para acceder al bono local.

Sólo falta la firma de los convenios. Sólo falta que el PP deje luchar contra de la voluntad y las necesidades de esta ciudad y dé su brazo a torcer.

A saber: todo lo logrado hasta el momento parecía imposible hace sólo tres años. Seguimos.

 

Rate this post
Banner horizontal

Banner pedropablo pre

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *