La prensa española ha sido criticada con dureza fuera de nuestro país (¡claro!) por varios medios. Desde el NYT, hasta The Nation (traducido y publicado en CTXT.es).
Nos hemos acostumbrado a que grandes medios de comunicación mientan descarada e impunemente, sobre personas o partidos políticos que no pertenecen a su línea editorial, y que no pase nada. Se publica noticias tergiversadas, cuando no directamente falsas, y la ciudadanía se crea una opinión de tal dirigente o de tal partido y luego vota. Hay que dar volteretas fuera de los cauces habituales –cada vez menos, aunque aún mayoritarios; su responsabilidad tendrán en que varios millones de ciudadanos sigan votando a partidos condenados por corrupción- para encontrar la misma noticia tratada desde otro ángulo o directamente desmentida por otros medios y para saber qué ha ocurrido realmente en algún asunto concreto. Ejemplos hay cientos.
Resulta que algunos articulistas y la propia Asociación de la Prensa de Cádiz ve como un ataque al periodismo que Podemos Cádiz –con el alcalde o Teresa Rodríguez entre ellos- desmienta públicamente noticias que considera faltas de rigor. ¿Entre las máximas del periodismo no están el rigor y la veracidad? ¿No es eso, por encima de todo, lo que busca un buen medio?
Porque una cosa es la opinión que puedan tener algunos periodistas, nadie se la niega, faltaría más, y otra la información sobre noticias concretas que son las que son, en contra o a favor del personaje o la institución, pero las que son. Por cierto, cuánto se publica y se dice contra este Ayuntamiento y cuán poco contra el anterior! Y mira que era patente –vamos, imposible sustraerse a él- el rodillo propagandístico, la laminación de cualquier disidencia a la voz oficial del Ayuntamiento, un despliegue obsceno, con el apoyo de ciertos medios. Un periodismo partidario y clientelar que producían vergüenza. Y algo más.
He leído algún artículo que se queja de que lo que pretende el Ayuntamiento –confundiéndolo intencionadamente con Podemos Cádiz- es cercenar la opinión disidente. No lo creo. Lo que entiendo que hace es desmentir informaciones falsas que deberían avergonzar al que las emite, a no ser que lo haga a sabiendas porque su objetivo sea otro. Aún estando como está solo ante el peligro, no veo al Ayuntamiento quejándose de la avalancha de opiniones en contra –algo, por otra parte, reflejo de lo que ocurre con Podemos a nivel nacional- sino de noticias falsas. Igual que ha hecho Carmena en Madrid, recibiendo las mismas críticas que J.M. González. Recomiendo encarecidamente la web que el ayuntamiento de Madrid puso en marcha: VERSION ORIGINAL. Entren, cliquen y lean cómo un medio dio una noticia y cómo el ayuntamiento, a la noticia que no es veraz, sólo a esas, le da la réplica aportando pruebas. Y ya cada cual que forme su opinión. Como ciudadano que quiere estar bien informado, me parece fantástico. Desgraciadamente, ciertos medios nos tienen acostumbrados a mentir con descaro. Es lógico defenderse contra eso.
Fotografía: Flavia Bernárdez (Creative Commons Zero license)