“El Barça se adelanta al carnaval y tira la liga” “Cádiz es la tierra del Carnaval, la chirigota y el buen humor, y a buen seguro que las comparsas le sacarán punta a los grotescos errores defensivos y la falta de ideas de un equipo empeñado en tirar la Liga.” (Diario Sport, 5 de diciembre de 2020)
“Goles de chirigota al Barça en Cádiz” (Mundo Deportivo, 5 de diciembre de 2020)
“Un partido del que hablará alguna comparsa en las chirigotas del Teatro Falla en el próximo carnaval (…) Mientras el banquillo del Madrid era una platea de la ópera, silencioso e inmóvil, el del Cádiz era el gallinero en una función de variedades.” (Diario As, 17 de octubre de 2020)
“El Real Madrid, una chirigota ante el Cádiz”. (Mundo Deportivo, 17 de octubre de 2020)
Prensa seria. Eso que leen ustedes arriba es “prensa seria”. No como nuestras chirigotas, claro. Nuestras chirigotas son excusa de ridículo. Pero ellos, prensa seria.
Me preocupa enormemente, supongo que como a cualquier persona con un poco de mirada crítica, el derrotero que las empresas de comunicación están tomando. No sólo porque sean altavoz de intereses determinados, que lo son sin duda y esto es un desastre para la transmisión de desinformación. También me alarma enormemente porque hay señores que escriben en los medios de esas empresas que no tienen cultura ninguna y su ignorancia hace que escriban cosas como las de arriba. Y claro, eso después multiplicado en tiradas enormes de periódicos y en portales de internet, hace que se multiplique esa ignorancia y el desconocimiento general sobre una manifestación cultural y artística sublime (sin comparar con ninguna otra, está claro) se hace muy extenso. Y esas cosas que escriben se leen y hasta se comparten y comprenden en todos lados. Menos cuando las leemos aquí. Nos pone los pelos de punta por la ignorancia que se desprende. Da mucha rabia y mucha pena confirmar que esas personas no saben nada sobre lo que dicen. A mí nunca se me ocurriría escribir, por ejemplo, si el Barça ganara contra el Cádiz (cosa que no se ve desde hace decenios, por otra parte), “El Cadi perdió por goles de castellets y las sardanas hablarán de ello durante milenios”. Y no lo escribiría porque como yo no tengo ni idea de sardanas ni de castellets, pues seguramente ese escrito sería tomado como una gilipollez supina. Otro ejemplo. En este caso pongamos que gana el Madrid al Cádiz (cosa que no se ve tampoco desde hace muchísimo). Imagínense que yo escribiera sobre ese supuesto partido: “El Cádiz, un chotis frente al Madrid”. Vaya pamplina. El chotis es un baile y un cante bonito y bueno. Sin saber yo nada de chotis ni ser yo nada de eso. Pues igual suenan esos fragmentos que he escrito arriba. Suenan a tontería suprema.
Pero hay más. La consideración de “equipucho” y de culturilla gaditana de segunda que se desprende de todo eso. Dejen ya de insinuar eso. Que el Cádiz es un equipo con más de cien años. Y el carnaval de Cádiz es una cosa muy seria. Estamos rebosando jartura de intentar explicar eso. El carnaval de Cádiz es literatura suprema de pueblo. Mucho más elaborada que esos artículos deportivos con los que esos periódicos y esos trabajadores de la industria de la comunicación intentan transmitir algo. Y claro que también es humor. Pero humor como el del cine de Chaplin. A nadie se le ocurriría infravalorar el cine de Chaplin y usarlo para metáforas absurdas y desubicadas. Pues con esto tienen que hacer ustedes, señores que escriben, lo mismo.
Pero se sigue leyendo. Y aparece el clasismo para el sur. Otra alusión manida y repetida. El banquillo del Madrid es de ópera y el del Cádiz, de variedades. Lo peor es que sigue la ignorancia. Y seguro que ese señor que escribe no sabe que hubo óperas que se hacía para la chusma. Para esa que él pretende que sea usuaria sólo de los teatros de variedades. Fueraparte de eso, también hay que decir, que en la afición cadista no tenemos la culpa de que en el banquillo del Madrid no haya sangre. Cada cual vive sus pasiones como puede. Y nuestro interés de ganar es por una ilusión tan colosal que nos hace desbordar la pasión. Desde el entrenador hasta la última aficionada que mira con tremenda pena (por la coyuntura, no por no querer a sus colores) el partido desde el salón de su casa.
En resumidas cuentas, aconsejaría a esos señores de las empresas comunicativas deportivas que se informen un poco de las cosas que dicen. Porque luego esos escritos llegan a Cádiz y pensamos que la prensa deportiva está hecha una porquería y que no tienen ni idea de nada. Y eso es perjudicial para ellos. Para ellos y para los cientos de miles de personas a las que están engañando y a las que están tergiversándoles las ideas. Y a las que están haciendo caer en la ignorancia tremenda de pensar que el Carnaval de Cádiz sólo es basura y que sirve para enmarcar errores y gracias sin fundamento. Y no es eso. Es, sobre todo, literatura suprema y democrática de pueblo.