Mientras caminas aprovechas para hacer fotos. Mientras tomas fotos, vas caminando. No renuncias a nada porque nadie espera que hagas un reparto equitativo de ambas tareas.
- CONTEMPLA. Enfréntate a algo que no diga nada a quien pasa de largo. Detente, espera. Retuércele el brazo a lo obvio y a lo que parezca no tener significado. Antes o después, terminará confesando.
- Aprende de los maestros. Visita exposiciones fotográficas. Lee poesía.
- Si titulas o pones un pie a la foto, nunca describas lo que cualquiera ve a simple vista. Tu titular orienta la mirada y aporta significado. Lo escrito sobre o bajo la foto forma parte de ésta.
- Junto a la foto, además de un titular o un pie, puedes escribir lo que quieras, siempre que sea breve y pueda establecerse una relación entre el texto y la imagen, respetando lo dicho en el punto anterior.
- Rompe con lo convencional. Crea realidades. Aprovecha el significante para dar un significado nuevo. Di lo nunca dicho.
- Aplica a la imagen técnicas poéticas transformadoras de la realidad como la metáfora y la metonimia. Mira ante ti como si el mundo pudiera contener algo más allá de lo evidente.
- Cualquier aparato sensible a la luz y con capacidad de registrar una imagen, sirve para hacer una foto. No uses como excusa el no disponer en un momento dado de un equipo que no posees. Utiliza la cámara que mejor sepas usar, aunque su calidad sea mediocre.
- Para hacer una foto, primero encontrar, contemplar y pensar. Luego componer, después disparar. Casi siempre en este orden.
- Nunca hacer más de dos fotos casi iguales (mismo motivo, composición, encuadre, y luz). Si vas a seguir disparando, prueba siempre a cambiar algo relevante para que la foto sea distinta.
- Imagina que, en lugar de soportes digitales, tienes a tu disposición, como en la prehistoria digital, una cantidad finita y determinada de película. Cuando se acabe ese número de negativos disponibles, no deberías seguir disparando hasta que cambie el escenario.
- Las fotos recién hechas no se comprueban ni se revisan al instante. No deben verse hasta que la escena haya desaparecido y, si es posible, horas o días después, cuando sea imposible volver a intentar repetir, mejoradas, las mismas fotos.
- Al revisarlas, deben borrarse todas las fotos sobrantes. Los dispositivos de almacenamiento de fotos tienen una capacidad grande pero limitada. Tu tiempo para ocuparte eficazmente de las fotos es mucho más escaso.
- Cuando suceda, acepta la distancia decepcionante entre la idea y el resultado. No fuerces imposibles con un retoque exagerado ni admitas bloqueos creativos.
- Evita ponerte a la cola para repetir la foto que otros ya han hecho y publicado, por mucho que te apetezca. Y si a pesar de todo, quieres hacerla, aporta tu punto de vista.
- La arquitectura, los detalles, los paisajes, lo inanimado, un bodegón, todo lo que te ignora, no se cansa de ser fotografiado. Las personas que posan para ti, sí.
- Con poca luz usa el flash sólo cuando lo necesites. Mantenlo desactivado. Fuerza la cámara. Adáptate a la penumbra.
- Molesta lo menos posible al entorno.
- Levantar los brazos, acercarse al suelo o inclinar la cámara pueden mejorar una foto que de otra forma habría sido intrascendente. Además, contribuirá a darle un nuevo significado.
- La inflación de imágenes ha devaluado de entrada cualquier fotografía publicada. La difusión de tus fotos en redes sociales debe realizarse con cuentagotas.
- Añade a estas propuestas algo fruto de tu propia experiencia o tu punto de vista. Sal, dispara y comparte.