Ilustración: @pedripol
El Tercer Puente se prepara para afrontar su primer semestre escolar. Tras estos meses iniciales de ilusión y trabajo, nuestro proyecto colectivo se siente cada vez más respaldado por sus lectores y va paulatinamente notando cómo comienza a formar parte necesaria, con sus artículos, sus análisis y sus debates, de la realidad de la ciudad.
Decía Antonio Gramsci que: “La opinión pública es el contenido político de la voluntad política pública que podría ser discordante; por eso existe la lucha por el monopolio de los órganos de la opinión pública: periódicos, partidos, parlamento, de modo que una sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política común, convirtiendo a los disidentes en un polvillo individual e inorgánico”.
Frente a eso, El Tercer Puente ha tratado, desde su origen, de aportar una perspectiva diferente, una mirada independiente y cuestionadora sobre los procesos de cambio político y social que se están produciendo en nuestra ciudad. Para ello ha convocado y convoca las voces y pensamientos de vecinos y vecinas que nos propongan discursos disyuntivos, tratando así de construir un relato paralelo al que los medios tradicionales nos estaban (y nos están) queriendo imponer. La realidad de una ciudad como la nuestra, en pleno proceso de cambio y de reinvención, ha de estar sustentada sobre el debate, la multiplicidad de perspectivas, la relativización de los prejuicios y el debate público. Pero nunca sobre el dogmatismo, la reacción o la toxicidad. Ni, por supuesto, sobre una manipulación informativa que sólo responde a los intereses políticos y empresariales de quienes pretenden imponer su totalitaria visión de las cosas.
Y, modestamente, creemos que en El Tercer Puente vamos por el buen camino. 20.000 lectoras y lectores en cada número vienen a confirmar que un espacio alternativo de análisis del estado de las cosas es, no ya necesario, sino imprescindible para una ciudad que trata de redefinir su pasado, determinar su presente y proyectar su futuro.